Tras quedar eliminado, qué necesita River para clasificarse a la Libertadores 2026


River quedó eliminado del Torneo Clausura tras caer 3-2 ante Racing en un partido vibrante disputado en el Cilindro de Avellaneda. La caída no solo significó el final del camino en la competencia doméstica, sino que también dejó al equipo de Marcelo Gallardo sin la única vía de clasificación a la Copa Libertadores 2026 que dependía exclusivamente de sí mismo.

El duelo fue intenso desde el arranque. Santiago Solari abrió el marcador para la Academia, pero River logró dar vuelta la historia gracias a los tantos de Ian Subiabre y Juan Fernando Quintero. Cuando parecía que la Banda podía sostener la ventaja, un gol en contra de Lucas Martínez Quarta volvió a empatar el partido. Finalmente, en tiempo adicionado, Gastón Martirena marcó el tanto definitivo que desató el delirio en Avellaneda y dejó al Millonario sin margen de maniobra.

La eliminación cayó como un nuevo golpe en un año deportivo adverso para el conjunto de Núñez. Con este resultado, River perdió la posibilidad de clasificar como campeón del Clausura, un camino que lo hubiera depositado automáticamente en la Copa Libertadores del próximo año.

River, Gimnasia, Torneo Clausura

Las combinaciones que necesita para conseguir un cupo

Al no haber podido asegurar su boleto dentro del torneo, River ahora depende de terceros. El Millonario finalizó cuarto en la tabla anual, una posición que puede otorgarle acceso a la fase previa de la Libertadores siempre que se libere un cupo. Para que eso suceda, deberá esperar que Boca o Argentinos Juniors sean campeones del Torneo Clausura. ¿Por qué? Porque ambos equipos ya ocupan plazas de clasificación vía tabla anual. Si uno de ellos obtiene el título del Clausura, liberará un lugar que pasará automáticamente al siguiente mejor ubicado en la general: River.

Sin embargo, no son las únicas opciones. Tras la reciente coronación de Lanús en la Copa Sudamericana, surgió una alternativa adicional. Según lo establecido en el artículo 27.10 del Reglamento de la Liga Profesional, si el Granate, ya clasificado a la Libertadores por ser campeón del certamen continental, también se consagra campeón del Clausura, se liberará otro cupo que caerá nuevamente en manos de River.

Es decir, el Millonario tiene tres combinaciones posibles para acceder al repechaje de la Libertadores 2026: que el campeón del Clausura sea Boca, Argentinos o Lanús.

River, Salas, Borja

Un reglamento que le abre una puerta mínima

El artículo reglamentario es claro: si un equipo argentino que gana la Sudamericana ya ocupa un lugar en la Libertadores a través del campeonato local o la tabla anual, ese cupo sobrante se reasigna al siguiente ubicado en la clasificación general. En este caso, el beneficiado sería River, que terminó cuarto en la tabla acumulada del año.

Esta normativa genera una ventana que mantiene con vida la ilusión de los dirigidos por Gallardo. Aun así, depender de otros equipos para alcanzar el objetivo refleja un escenario impensado meses atrás para una institución acostumbrada a ser protagonista en los torneos internacionales.

Un año lleno de golpes y caminos cerrados

El conjunto de Núñez ya tenía otras vías de clasificación cerradas. Su eliminación en los cuartos de final de la Copa Libertadores a manos de Palmeiras y la sorprendente caída ante Independiente Rivadavia en la Copa Argentina habían dejado al Clausura como la instancia decisiva para pelear por un cupo propio.

River, Copa Argentina

La tabla anual se transformó en la última esperanza, y ahora esa posibilidad queda supeditada a resultados ajenos. Si ninguno de los tres escenarios favorables se concreta, River disputará la Copa Sudamericana 2026, algo que no sucede desde hace doce años.

La importancia deportiva y económica de la clasificación

Para River, jugar la Copa Libertadores no es solo un objetivo deportivo, sino también un aspecto clave desde lo económico. El certamen otorga premios significativos en cada instancia y representa una vitrina internacional para su plantel.

Quedar fuera por primera vez en más de una década sería un golpe fuerte para un club que ha construido su identidad reciente en torno a la competencia continental. Sin embargo, el destino ya no está en sus manos. River deberá esperar, con la calculadora en la mano, que el Clausura le dé una última oportunidad.