Riquelme define el nuevo Consejo de Fútbol y consolida el mando en Boca rumbo a 2026
Boca atraviesa semanas clave de planificación institucional y deportiva de cara a la temporada 2026. Mientras se debate la continuidad de Claudio Úbeda como entrenador o la llegada de un nuevo conductor para el plantel profesional, Juan Román Riquelme terminó de definir el formato del área de fútbol, un espacio central en su proyecto de gestión. La decisión confirma que no habrá cambios estructurales profundos y que el presidente mantendrá el control directo de las decisiones estratégicas.
En paralelo, el mercado de pases ya empezó a moverse con fuerza. En Brandsen 805 asumen que llegarán al menos cuatro refuerzos, con la delantera como prioridad, y que se producirán varias salidas. Sin embargo, más allá de los nombres propios, la señal política es clara: la estructura del departamento de fútbol se mantiene, con Riquelme como máxima autoridad y Marcelo Delgado como su principal socio operativo.
Delgado, manager y nexo clave del proyecto Riquelme
Marcelo “Chelo” Delgado continuará desempeñando un rol central en la conducción deportiva del club. En los hechos, su función será la de manager del fútbol profesional, actuando como mano derecha de Riquelme, quien además de presidente ejerce como Director General de Fútbol Profesional y Amateur y tiene la última palabra en todas las decisiones relevantes.
Desde la salida de Mauricio Serna y Raúl Cascini, Delgado quedó a cargo de ser el nexo directo entre el cuerpo técnico, el plantel y la mesa chica dirigencial. Esa dinámica, según la conducción, permitió ordenar el funcionamiento interno y agilizar la toma de decisiones, un aspecto que Riquelme considera clave para sostener su modelo de gestión.

Si bien en los últimos meses se analizaron alternativas para reformular el Consejo de Fútbol —un órgano que hoy aparece prácticamente disuelto—, finalmente se descartó la incorporación de nuevas figuras. Nombres como Carlos Navarro Montoya, Beto Márcico, José Pekerman o “Manteca” Martínez estuvieron sobre la mesa, pero Román optó por no sumar caras nuevas y repartir responsabilidades con Delgado.
Un esquema reducido y respaldo técnico-administrativo
El nuevo esquema que se mantendrá en 2026 será más compacto. Junto a Delgado trabajarán tres delegados provistos por la institución, cuyos nombres se mantienen en reserva. Se trata de personas capacitadas en gestión de transferencias y administración del mercado de pases, que acompañarán el día a día del área deportiva.
Además, el Departamento de Legales, encabezado por Orlando Giménez, tendrá un rol activo en las operaciones contractuales. Desde la dirigencia destacan que este respaldo técnico permite profesionalizar los procesos sin necesidad de ampliar la estructura política del Consejo.

Para Riquelme, Delgado es una pieza inamovible, no solo por la relación personal que los une desde la campaña electoral de 2019, sino por la confianza en su gestión. La salida de Serna y Cascini, quienes se despidieron públicamente en buenos términos, fue interpretada internamente como un factor que ayudó a descomprimir el clima interno.
Definiciones técnicas y movimientos del mercado
La prioridad inmediata del binomio Riquelme–Delgado es resolver la situación del cuerpo técnico. El propio Delgado reconoció que se tomarán algunos días más para decidir: “Estamos evaluando todo: la continuidad de Claudio, la pretemporada, los refuerzos y los jugadores que regresan de préstamo”, explicó.
En ese contexto, Boca deberá gestionar el regreso de más de 20 futbolistas cedidos, analizar posibles ventas o nuevos préstamos y resolver situaciones contractuales sensibles. Entre ellas, la charla pendiente con Ander Herrera, que viajó a España y aún no definió si continuará un año más o se retirará.

También finalizaron los contratos de Cristian Lema, Frank Fabra e Ignacio Miramón, mientras que otros juveniles como Santiago Dalmasso y Mateo Mendia aparecen en carpeta de clubes como Platense. En cuanto a incorporaciones, está avanzada la llegada del colombiano Marino Hinestroza, no se descarta un ofrecimiento a Miguel Borja, y Boca hará un intento por Gastón Hernández, además de buscar un mediocampista por derecha.
Continuidad política y control centralizado
Con este esquema, Riquelme apuesta a consolidar un modelo de conducción centralizado, con menos intermediarios y decisiones más directas. El nuevo Consejo de Fútbol, reducido y funcional, refleja una idea clara: sostener el rumbo, evitar internas y enfocar todos los esfuerzos en el armado de un Boca competitivo para 2026, tanto dentro como fuera de la cancha.
