Retenciones cero en maíz y soja: cómo impacta en carnes, leche y huevos

La reciente decisión del Gobierno nacional de eliminar temporalmente las retenciones a la exportación de maíz y subproductos de soja abrió un escenario positivo para los mercados de granos, pero genera un debate en torno a los efectos sobre la producción de proteína animal en Argentina. Feedlots, tambos y granjas avícolas analizan cómo el cambio tributario impactará en los costos de alimentación y en la rentabilidad de sus operaciones.
La medida afecta directamente a los principales insumos utilizados en la producción de carne, leche y huevos. Maíz y subproductos de soja constituyen la base de la alimentación de vacas, cerdos y pollos. La eliminación temporal de retenciones —vigente hasta el 31 de octubre o hasta lograr liquidaciones de divisas por US$ 7.000 millones, lo que ocurra primero— se traduce en un incremento en los precios de los granos, ya que el mercado ajusta las cotizaciones frente a la reducción impositiva.
El lunes, por ejemplo, la soja subió un 15% en Rosario, generando señales de reacomodamiento que podrían replicarse en el maíz y otros subproductos, según advierten analistas y productores.

Feedlots: alerta por costos de alimentación
Para los feedlots, la medida de retenciones cero genera preocupación. El presidente de la Cámara Argentina del Feedlot (CAF), Fernando Storni, destacó que la actividad ya enfrentaba márgenes negativos. “La última foto que tomamos a principios de mes mostró un margen bruto negativo de $23.000 por cada animal engordado, incluso antes de considerar la suba esperada del maíz y la soja”, indicó al medio Infocampo.
Storni agregó que algunos establecimientos cuentan con granos almacenados, lo que amortigua el impacto inmediato, pero advierte sobre el costo de oportunidad, ya que el valor de los granos dentro del silobolsa se ajusta al precio de mercado. Aproximadamente el 26% del costo de engordar un novillito corresponde a la alimentación, por lo que cualquier aumento repercute de manera significativa en los resultados de los feedlots.

Tambos: cautela y reservas
En el sector lechero, el maíz también es un insumo fundamental. Según el último informe del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), aunque la mayoría de los tambos aún supera los costos con el precio actual de la leche, los márgenes se han reducido al 2%, y los tambos pequeños presentan quebrantos.
Sin embargo, el asesor de la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste de Buenos Aires (Caprolecoba), Daniel Villulla, señaló que el impacto de las retenciones no sería crítico a corto plazo. “La sangre no va a llegar al río y los tambos vamos a poder superar este episodio”, afirmó, recordando que la mayoría de los establecimientos cuenta con reservas de forraje para esta época del año.
Villulla destacó además la necesidad de una implementación prolija de la medida de retenciones cero y confió en que la reciente estabilidad en los mercados y el respaldo internacional al Gobierno ayudan a reducir la especulación política y a sostener la paridad cambiaria.

Producción de huevos: posible traslado a precios
En el sector avícola, el presidente de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA), Javier Prida, consideró la medida como positiva para la economía general y para la competitividad del país en exportaciones. Sin embargo, advirtió que el incremento en los costos de alimentación podría trasladarse parcialmente a los precios finales, especialmente en los huevos, con un posible ajuste de 6 a 7%.
Prida señaló que el impacto final dela quita de retenciones dependerá de cómo los productores y el mercado decidan absorber estos costos: “Puede llegar a asumirlo el consumidor o directamente el productor, aún no sabemos cómo se resolverá este traslado”.

Un equilibrio delicado
La eliminación de retenciones sobre maíz y subproductos de soja representa un beneficio directo para los productores de granos y exportadores, pero plantea un desafío para quienes dependen de esos insumos para generar proteína animal.
Feedlots, tambos y granjas avícolas deberán ajustar sus estrategias de costos y producción mientras se mantiene la expectativa de que la medida tenga carácter temporal y el mercado se acomode gradualmente.
En este contexto, los sectores involucrados evalúan cómo equilibrar la mejora en la rentabilidad de los granos con el impacto en los costos de alimentación y la estabilidad de los precios al consumidor, mientras el Gobierno busca fomentar exportaciones y fortalecer reservas sin generar distorsiones en la cadena productiva.