Retenciones al 0%: todos los detalles de la medida que regirá hasta el 31 de octubre

El Gobierno nacional avanzó con una de las decisiones económicas más relevantes de los últimos meses: la eliminación temporal de las retenciones a una amplia gama de productos agroindustriales, entre los que se incluyen cereales, oleaginosas, aceites, subproductos y, de manera complementaria, carnes bovinas y avícolas. La medida, oficializada a través del Decreto 682/2025 publicado en el Boletín Oficial, regirá hasta el 31 de octubre próximo o hasta que se registren exportaciones por un total de 7.000 millones de dólares, lo que ocurra primero.
La política forma parte de la estrategia del equipo económico para incentivar las ventas externas y acelerar la llegada de divisas en un contexto de fuerte necesidad de dólares. Según aclaró el vocero presidencial Manuel Adorni, el objetivo es “reducir la presión tributaria sobre la producción y estimular la competitividad de los sectores exportadores”.
Un cambio de rumbo para el agro
Hasta ahora, los cereales y oleaginosas tributaban Derechos de Exportación (DEX) que oscilaban entre el 6,75% y el 5%, según los productos. Con la nueva disposición, todos estos gravámenes se reducen a cero de manera transitoria. La sorpresa llegó por la tarde, cuando el propio Adorni confirmó que la misma medida alcanzará también a la carne bovina —particularmente la de novillo— y a la carne aviar.
En julio pasado, durante la Exposición Rural de Palermo, el presidente Javier Milei ya había anunciado una baja generalizada de las retenciones, que incluyó la reducción al 5% para varios productos y la eliminación permanente de los DEX sobre la carne vacuna destinada a China. Ahora, con este nuevo decreto, el beneficio se amplía y uniforma a toda la cadena agroindustrial.

El detalle de los productos alcanzados por la quita de retenciones
El listado oficial publicado en el Boletín Oficial incluye un amplio abanico de productos. Entre los cereales, se destacan el trigo en todas sus variedades, la cebada, el maíz y el sorgo. También quedaron exentas de retenciones las harinas, grañones, sémolas, malta, almidones y gluten, lo que favorece tanto a la industria molinera como a la cadena cervecera.
En el capítulo de oleaginosas y derivados, la soja, el girasol y sus harinas, así como los aceites crudos y refinados, forman parte de los productos beneficiados. También se incluyen aceites de maíz, grasas animales y vegetales, margarinas y mezclas alimenticias.
Además, la medida alcanza a sectores menos tradicionales en materia de exportaciones, como los azúcares, glucosas, fructosa, jarabes, preparaciones alimenticias, forrajes y alimentos balanceados para animales, además del biodiésel, un rubro clave para la industria energética.

Carne bovina y aviar: un alivio esperado
Si bien la carne vacuna ya había recibido un alivio parcial en julio, con la baja al 5% de las retenciones, el anuncio de ahora implica un beneficio adicional al dejar en cero el tributo para las exportaciones de novillo. En el caso de la carne aviar, se trata de la primera vez que el Gobierno elimina completamente la carga impositiva sobre el sector.
Daniel Urcía, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (Fifra), celebró la decisión: “Es positivo poner en la misma situación a granos, subproductos y carnes. Claramente son partes de la misma cadena productiva, y era necesario unificar el tratamiento”.

A pesar de la magnitud de la medida, su carácter temporal marca los límites del alivio. El beneficio estará vigente solo hasta el 31 de octubre de 2025 o hasta que se alcance el tope de exportaciones fijado en 7.000 millones de dólares. Esto implica que el sector productivo tiene una ventana de poco más de un mes para acelerar operaciones y aprovechar la eliminación de los tributos.
Impacto esperado
Especialistas en comercio exterior señalan que la medida podría generar un fuerte incremento en las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) en las próximas semanas. El efecto inmediato sería un mayor ingreso de dólares, algo clave para el equilibrio macroeconómico.
En paralelo, el alivio fiscal podría mejorar la competitividad de los productores frente a otros países exportadores, especialmente en un contexto de precios internacionales volátiles. Sin embargo, el desafío para el Gobierno será sostener la estabilidad cambiaria y evitar tensiones inflacionarias en el mercado interno.
La política de retenciones cero marca un gesto fuerte hacia el campo y la agroindustria. Aunque temporal, la decisión busca enviar una señal clara: estimular las exportaciones y acelerar la llegada de divisas en un momento decisivo para la economía argentina.