El Gobierno ratificó retenciones cero para la carne hasta el 31 de octubre en medio de la polémica por los granos


El Gobierno nacional salió este jueves a despejar dudas respecto de la vigencia del esquema de retenciones cero para las exportaciones de carne bovina y aviar. El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó que la medida continuará en pie hasta el 31 de octubre y que, a diferencia de lo ocurrido con los granos, no tendrá cupos de exportación.

“El esquema de retenciones cero para la exportación de carnes avícolas y bovinas continúa sin cupo hasta el 31 de octubre próximo”, señaló Adorni a través de un mensaje en redes sociales. La aclaración se produjo luego de que en las últimas horas se encendiera el malestar entre productores agropecuarios por la velocidad con la que se agotó el beneficio impositivo para granos y oleaginosas, cuyo cupo de USD 7.000 millones se completó en apenas 72 horas.

Una medida en dos planos

El esquema de exención impositiva para el agro se implementó esta semana mediante dos decretos. El Decreto 682/2025 eliminó temporalmente las retenciones para soja, maíz, trigo y otros cultivos, con vigencia hasta el 31 de octubre o hasta alcanzar el límite de USD 7.000 millones en exportaciones. Ese cupo se agotó de manera anticipada, lo que generó fuertes críticas desde la Sociedad Rural Argentina (SRA), cuyo presidente, Nicolás Pino, denunció que muchos productores medianos y pequeños “se quedaron afuera” mientras que grandes exportadoras concentraron la mayor parte del beneficio.

En paralelo, el Decreto 685/2025 estableció retenciones cero para la carne bovina y aviar, pero con una diferencia central: no fijó cupos de exportación, sino únicamente una fecha límite de vigencia hasta el 31 de octubre.

De este modo, mientras el campo deberá volver a pagar derechos de exportación por los granos desde esta semana, el sector cárnico mantiene aún la ventaja de colocar sus productos en el mercado internacional sin tributos hasta fin de octubre.

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Impacto y reacciones

La medida alcanza tanto a los grandes complejos exportadores como a pequeños y medianos productores del sector cárnico, que ven en este esquema un alivio en un contexto de fuerte presión impositiva y elevados costos de producción.

El Gobierno, en tanto, busca sostener la competitividad de las exportaciones de carne, un rubro en el que Argentina tiene una histórica presencia internacional. Para la administración de Javier Milei, el incentivo apunta también a mantener el flujo de divisas tras la abrupta finalización del esquema para granos.

La velocidad con que se alcanzó el cupo de USD 7.000 millones en granos sorprendió incluso al propio Ejecutivo. Según los datos difundidos por Agricultura, hasta la primera parte del miércoles se habían registrado:

  • 4,72 millones de toneladas en subproductos de soja.
  • 2,69 millones de toneladas en soja en grano.
  • 905.000 toneladas en aceite de soja.
  • 1,77 millones en trigo pan.
  • 952.500 toneladas en maíz.
  • Otros volúmenes menores en cebada, sorgo y girasol.

El total permitió alcanzar el cupo en apenas tres días hábiles, lo que puso de manifiesto la magnitud del stock de mercadería retenida a la espera de mejores condiciones impositivas y cambiarias.

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Un alivio parcial para el campo

El contraste entre ambos esquemas generó enojo en los sectores agrícolas, que ahora deben retomar el pago de retenciones, mientras que los frigoríficos y productores avícolas continúan beneficiados. Desde la Casa Rosada explican que la decisión de mantener abierta la ventana para la carne responde a una estrategia para diversificar las fuentes de ingreso de divisas y no frenar un sector clave en las exportaciones agroindustriales.

En paralelo, el Ejecutivo enfrenta el desafío de recomponer el diálogo con las entidades rurales, que reclaman previsibilidad y critican lo que consideran un esquema improvisado. “No puede ser que en tres días se agote un beneficio que debería haber sido más equitativo”, remarcan desde la SRA.

Perspectivas hacia adelante

Con las miradas puestas en el 31 de octubre, la incógnita es qué ocurrirá luego con las retenciones. El Gobierno no dio señales claras sobre una eventual prórroga del beneficio para la carne ni sobre la posibilidad de abrir nuevamente cupos para los granos. Por ahora, la apuesta oficial es ganar tiempo en un escenario económico atravesado por la volatilidad cambiaria y la necesidad urgente de divisas.

Así, mientras los productores agrícolas vuelven a enfrentar la carga de retenciones, el sector cárnico goza de una prórroga que se presenta como una válvula de oxígeno temporal. El debate sobre la política impositiva al agro, sin embargo, promete seguir abierto.