El BEI habilitó un préstamo clave y la Provincia podrá avanzar con la última etapa del Plan Maestro del Salado
El gobierno de la provincia de Buenos Aires recibió una señal financiera y política clave para una de las obras hidráulicas más relevantes del país. El Banco Europeo de Inversiones (BEI) dio luz verde a un préstamo por US$138 millones, lo que permitirá avanzar con la licitación del Tramo V del Plan Maestro del río Salado, aun cuando la Nación todavía no finalizó el tramo previo que está bajo su responsabilidad. La decisión destraba un proceso que llevaba más de un año condicionado por exigencias técnicas y administrativas.
El aval del organismo europeo representa un respaldo directo a la gestión bonaerense encabezada por Axel Kicillof y habilita a la Provincia a poner en marcha el proceso licitatorio del último segmento pendiente del Plan Maestro del río Salado, considerado estratégico para mitigar inundaciones, mejorar la productividad agropecuaria y ordenar el funcionamiento hidráulico de una extensa región.
El aval del banco europeo y el cambio de postura
Según confirmaron fuentes del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense, el BEI otorgó la denominada “no objeción técnica”, un requisito indispensable para iniciar la licitación. Durante más de un año, el banco había condicionado el nuevo financiamiento a la finalización del Tramo IV, que también cuenta con fondos del BEI pero cuya ejecución depende del gobierno nacional y permanece inconclusa.
“La posición inicial del banco era que no podía analizarse un nuevo crédito mientras el anterior no estuviera completamente ejecutado”, explicaron desde la cartera provincial. Sin embargo, tras un proceso de diálogo prolongado, la Provincia logró revertir esa postura. El BEI exigió mayores niveles de detalle técnico, garantías adicionales de ejecución y más certezas administrativas, condiciones que finalmente fueron cumplidas y habilitaron el avance.

Qué incluye el Tramo V del Plan Salado
El Tramo V es el último eslabón del Plan Maestro del río Salado y comprende 95,38 kilómetros entre el Canal del Este, en la laguna de Bragado, y la descarga en la laguna El Carpincho, en Junín, atravesando también los partidos de Chacabuco y Alberti. Se trata de una zona clave dentro de la cuenca, con impacto directo sobre miles de hectáreas productivas.
El paquete de obras incluye ensanche y adecuación del cauce, dragado, conformación de recintos laterales para absorber crecidas y otras intervenciones hidráulicas esenciales. El financiamiento del BEI se concentrará principalmente en los subtramos 5.1 y 5.2 del Salado, mientras que el 5.3 quedará para una etapa posterior.
Además, el proyecto contempla la intervención de diez puentes —ocho carreteros y dos ferroviarios—, la obra de cierre de la laguna Rocha y el desarrollo de un modelo hidrodinámico del sistema junto al Instituto Nacional del Agua (INA), que permitirá evaluar el comportamiento del río Salado y mejorar la planificación futura.

Licitación en marcha y plazos administrativos
Desde la Provincia indicaron que el proceso administrativo ya está en curso y que la licitación podría lanzarse en las próximas semanas. “Las licitaciones internacionales demandan más pasos que una nacional, pero lo importante era destrabar el financiamiento y ponerlo en movimiento”, señalaron fuentes oficiales.
Una vez abierto el proceso, se avanzará con la presentación de ofertas, la evaluación técnica y económica, la adjudicación y, finalmente, el inicio de las obras en el Salado. Para el Ejecutivo bonaerense, este paso resulta clave para evitar que el atraso del tramo nacional vuelva a frenar el avance general del plan.

El reclamo del agro y las obras pendientes de Nación
Mientras la Provincia avanza con el Tramo V, sigue pendiente una parte central del Plan del Salado: la Etapa 2 del Tramo IV, a cargo del gobierno nacional, que comprende unos 30 kilómetros divididos en tres subtramos. Si bien la Nación anunció su reactivación, productores y entidades advierten que el movimiento real se concentra solo en el subtramo C.
En este contexto, el Consejo Asesor del Plan Maestro del río Salado —integrado por las entidades del agro y la UIA— reclamó mayor transparencia en el manejo del Fondo Hídrico Nacional, financiado por un gravamen a los combustibles. Su presidente, Alberto Larrañaga, sostuvo que con menos del 20% de los recursos acumulados podría regularizarse la deuda y reactivar plenamente las obras pendientes.
Con el río Salado en baja y una ventana climática favorable, el aval del BEI aparece como una oportunidad clave. La licitación del Tramo V marca un punto de inflexión, mientras persiste la presión para que la Nación complete las obras que aún están inconclusas.
