La Peste Porcina Africana suma 26 jabalíes positivos y tensiona las exportaciones españolas
El brote de peste porcina africana (PPA) detectado en Cataluña continúa expandiéndose, y las autoridades sanitarias confirmaron que ya son 26 los jabalíes silvestres afectados dentro de la zona de vigilancia. La situación ha generado preocupación en el sector porcino español, afectando directamente las exportaciones y provocando restricciones comerciales en mercados internacionales clave.
Según informó el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid), se confirmaron 10 nuevos casos positivos en las inmediaciones de brotes previamente notificados en Cerdanyola del Vallés, Barcelona. Estos animales se concentran en dos focos secundarios: uno con un ejemplar y otro con nueve, todos dentro de la “zona core”, un área de aproximadamente 30 kilómetros cuadrados protegida por vallados de autopistas que aislan el brote del resto del territorio.
Focos y vigilancia sanitaria
Hasta la fecha, se han identificado nueve focos de peste porcina africana, incluyendo dos primarios y siete secundarios. Paralelamente, las autoridades analizaron 208 cadáveres de jabalíes hallados muertos, todos con resultado negativo, lo que permite acotar la extensión de la enfermedad y orientar las medidas de control.
El trabajo de campo para contener el brote de peste porcina africana es intenso e involucra búsqueda activa de cadáveres, control del acceso a la zona infectada y desinfección de vehículos y personas. En estas tareas participan el Cuerpo de Agentes Rurales de la Generalitat, la Unidad Militar de Emergencias (UME), los Mossos d’Esquadra, el Seprona de la Guardia Civil y policías locales, garantizando que las medidas se ejecuten de manera coordinada y segura.
Prohibiciones de importación y efecto en el comercio
El brote, el primero en España en más de tres décadas, ha tenido un impacto inmediato en el comercio internacional de carne y productos porcinos. Países como Japón y México decidieron suspender completamente las importaciones, mientras que Filipinas prohibió la entrada de cerdos vivos, derivados y semen para inseminación.
Otros mercados aplicaron restricciones parciales o condicionales. Por ejemplo, Chile suspendió las importaciones de toda España, afectando exportaciones por millones de euros. En Asia, países como Tailandia y Vietnam implementaron vetos temporales para proteger sus industrias locales frente al riesgo de contagio.
Mercados estratégicos como China y Reino Unido optaron por criterios de regionalización, permitiendo la entrada de productos siempre que no procedan de Barcelona ni de las áreas cercanas a los focos de peste porcina africana. Sin embargo, incluso con estas medidas, se registraron retenciones y bloqueos temporales de envíos, complicando la logística del sector.
Impacto global y perspectivas
Las restricciones comerciales afectan a un sector que exportó más de 8.700 millones de euros el año pasado a más de 100 países. Aproximadamente un tercio de los certificados sanitarios de exportación se han visto bloqueados, generando incertidumbre sobre volúmenes e ingresos futuros. Esto pone en riesgo no solo la rentabilidad de los productores, sino también la posición de España como uno de los principales exportadores de carne de cerdo en el mundo.
Las autoridades sanitarias y comerciales trabajan en la contención del brote y en la recuperación del estatus sanitario de país libre de peste porcina africana en las zonas no afectadas. Paralelamente, buscan negociar la adopción de medidas de regionalización, que permitan reabrir mercados restringidos y minimizar las pérdidas económicas del sector.
Control del brote y medidas preventivas
El caso español pone de relieve la importancia de la vigilancia activa y la bioseguridad en la fauna silvestre y la ganadería. El monitoreo continuo de los jabalíes, junto con la coordinación entre fuerzas de seguridad, militares y equipos veterinarios, es clave para limitar la propagación de la peste porcina africana y proteger a la industria porcina y a los mercados internacionales.
Mientras tanto, productores y autoridades permanecen en alerta, conscientes de que la rapidez en la respuesta y la aplicación de protocolos de contención será determinante para evitar una expansión mayor de la peste porcina africana, garantizar la seguridad alimentaria y recuperar la confianza de los compradores internacionales.
