Peste porcina africana en España: Argentina suspende las importaciones
Ante la detección de jabalíes silvestres positivos a peste porcina africana (PPA) en Barcelona, España, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) decidió suspender temporalmente la importación de mercancías porcinas provenientes del país europeo que puedan vehiculizar el virus. La medida se alinea con las recomendaciones internacionales y busca proteger la condición de libre de PPA que mantiene Argentina.
La peste porcina africana es una enfermedad exótica en Sudamérica, que afecta tanto a cerdos domésticos como silvestres, pero no constituye un riesgo para las personas ni altera la inocuidad de los productos porcinos. La enfermedad se transmite entre suinos a través del contacto directo o indirecto, causando alta mortalidad, y el virus puede persistir por largos períodos en el ambiente y en diversos productos derivados del cerdo.
Medidas de control y vigilancia en fronteras
A partir de la confirmación oficial del hallazgo por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) de España y su comunicación a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), el SENASA reforzó los controles de cargas comerciales en puertos, aeropuertos y puestos fronterizos. El objetivo es prevenir la introducción de la peste porcina africana a través de mercancías, productos y subproductos de origen porcino.
Solo se permitirá el ingreso de productos porcinos cuya elaboración garantice la inactivación del virus, como jamones madurados durante al menos seis meses, productos cocidos, tripas saladas y alimentos para mascotas extrusados o enlatados. Por el contrario, otros productos como salazones, chorizos secos y jamones crudos de menos de seis meses de maduración representan un riesgo sanitario y no podrán ingresar al país.

Prevención en viajeros y transporte internacional
El SENASA recuerda que, según la Resolución N° 295/99, los viajeros no deben ingresar productos porcinos, independientemente de la situación sanitaria del país de origen. Además, se recomienda que quienes hayan estado en contacto con animales en países donde la peste porcina africana está presente no concurran a granjas argentinas, ya que objetos, ropa o calzado podrían vehiculizar el virus.
El control también se extiende a los residuos de aviones y buques transcontinentales provenientes de zonas donde la peste porcina africana es endémica, dado que constituyen otra vía de introducción del virus. La combinación de estas medidas con la vigilancia estricta en fronteras busca minimizar cualquier riesgo de ingreso de la enfermedad al país.

Impacto y bioseguridad en la producción porcina
La peste porcina africana no tiene cura ni vacuna disponible, por lo que su ingreso tendría un impacto productivo y comercial significativo. Por ello, el SENASA enfatiza la necesidad de fortalecer las medidas de bioseguridad en todas las granjas porcinas, con protocolos que incluyan limpieza y desinfección de instalaciones, control de accesos y manejo adecuado de residuos.
Además, el organismo cuenta con un plan de contingencia nacional (Resolución N° 275/23) que permite aplicar medidas de contención y erradicación ante un eventual brote. Este plan incluye aislamiento de animales, sacrificio sanitario, disposición segura de cadáveres y desinfección de áreas afectadas.

Vigilancia activa y notificación obligatoria
El SENASA solicita que ante la aparición de signos clínicos sospechosos en cerdos o jabalíes, como aumento de mortandad, manchas o enrojecimiento en la piel, fiebre alta y abatimiento, se notifique de inmediato al organismo. La detección temprana de la peste porcina africana es fundamental para evitar la propagación del virus y proteger la producción porcina nacional.
Las notificaciones pueden realizarse personalmente en las oficinas del SENASA, por teléfono o WhatsApp al (11) 5700-5704, por correo electrónico a [email protected], o mediante el apartado “Avisá al Senasa” disponible en la página oficial del organismo. Estas vías garantizan que la información llegue rápidamente a las autoridades y permita una respuesta rápida y coordinada ante cualquier sospecha de enfermedad.
