En Traslasierra, el riego por goteo subterráneo gana terreno en el cultivo de papa
La producción de papa en la región de Traslasierra, en el oeste de Córdoba, comienza a transitar un camino de innovación tecnológica frente a un escenario cada vez más desafiante en materia hídrica. La incorporación del riego por goteo subterráneo, con el acompañamiento técnico del INTA Villa Dolores, aparece como una alternativa concreta para mejorar la eficiencia en el uso del agua en un cultivo caracterizado por su alta demanda. Las primeras experiencias muestran resultados alentadores tanto en productividad como en manejo agronómico.
La combinación de menores precipitaciones, limitaciones en la disponibilidad de agua y baja eficiencia de los sistemas tradicionales impulsó la búsqueda de nuevas estrategias. “El riego es un factor clave en nuestra región”, explicó Silvana Walter, jefa de la Agencia de Extensión Rural del INTA Villa Dolores, al detallar el contexto que llevó a productores de papa locales a probar esta tecnología en campos ubicados en un radio de 40 kilómetros alrededor de la ciudad, en localidades como Los Cerillos y San José.
Un cultivo exigente en un contexto de escasez hídrica
En Traslasierra se desarrollan dos ciclos productivos de papa por año: uno tardío, que se siembra en febrero y se cosecha en invierno, y otro semitemprano, implantado entre julio y agosto con cosecha hacia fin de año. En ambos casos, la demanda hídrica es elevada y oscila entre 500 y 800 milímetros por ciclo, en períodos de aproximadamente 100 días.
Hasta ahora, los productores recurrían al riego por surcos con agua superficial del dique La Viña o a sistemas de pivote que utilizan agua subterránea. Sin embargo, la falta de lluvias en las últimas campañas redujo la disponibilidad del recurso y puso en evidencia las limitaciones de estos métodos. Según mediciones conjuntas del INTA y otros organismos, la eficiencia del riego por surcos apenas alcanza el 40%, lo que implica una importante pérdida de agua.

Frente a este escenario, el riego por goteo subterráneo se presenta como una solución adaptada a la región para el cultivo de papa. “Con la misma cantidad de agua, una hectárea regada por goteo podría equivaler a tres hectáreas regadas por surco”, señaló Walter, quien destacó que también se avanzó en cálculos de productividad del agua para evaluar el impacto real del sistema.
Experiencias locales y adaptación tecnológica
El INTA Villa Dolores acompañó dos experiencias concretas de riego por goteo subterráneo en papa: una entre agosto y diciembre de 2024 y otra entre febrero y junio de este año. En ambos casos, se trabajó en lotes productivos reales, evaluando costos, manejo y comportamiento del sistema en las condiciones específicas de Traslasierra.
Uno de los puntos destacados fue la simplicidad operativa. A diferencia del riego por surco, que requiere mano de obra intensiva y puede demandar más de 24 horas, el goteo subterráneo permite una gestión más ágil y elimina costos asociados, como la limpieza de acequias. Además, se comprobó que el agua asciende por capilaridad desde los goteros enterrados hasta el sistema radical de la papa, validando su funcionamiento en la región.

Otro interrogante clave era la convivencia del sistema con las labores agrícolas. La papa requiere laboreo previo, siembra a 15–18 centímetros de profundidad y cosecha mecánica. Las primeras pruebas demostraron que los laterales de riego, colocados a 35–40 centímetros, no interfieren con el desarrollo del cultivo ni con la maquinaria.
Fertirriego, eficiencia y resultados productivos
Más allá del ahorro de agua, el sistema abre la puerta al manejo de precisión mediante fertirriego. “Aplicar fertilizantes junto con el riego es mucho más eficiente y permite ajustar las dosis a las necesidades reales del cultivo”, explicó Walter. Esto se traduce en un uso más racional de los insumos y en mejores respuestas productivas.

Un ejemplo concreto es el de la estancia La Primavera, en San José, donde el ingeniero César Díaz Nicotra acompaña la implementación del sistema. En ese establecimiento, los rendimientos proyectados alcanzan las 33 toneladas de papa por hectárea, lo que representa entre un 20 y 30% más que en parcelas sin esta tecnología. Ante estos resultados, la empresa decidió ampliar la superficie bajo riego por goteo.
Si bien la inversión inicial es elevada —incluye represas impermeabilizadas, bombeo, filtrado y distribución—, desde el INTA remarcan que se trata de una tecnología con una vida útil de 12 a 15 años. En un contexto de creciente escasez hídrica, el riego por goteo subterráneo se perfila como una herramienta estratégica para sostener y potenciar la producción de papa en Traslasierra.
