Orgullo argentino: estudiantes del ITBA ganan el mundial de ingeniería aeroespacial

Diez estudiantes del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) se consagraron campeones mundiales en la prestigiosa competencia internacional CanSat Competition 2025, organizada por la American Astronautical Society (AAS) y respaldada por instituciones como la NASA, Lockheed Martin y Siemens. El certamen, que simula misiones espaciales en formato reducido, se llevó a cabo del 3 al 9 de junio en Virginia, Estados Unidos, y reunió a 40 universidades de todo el mundo. Por primera vez en la historia, un equipo latinoamericano logró el primer puesto en esta competencia, posicionando a la Argentina en el podio de la ingeniería aeroespacial internacional.
Estudiantes del ITBA lograron un premio histórico para Argentina
El desafío principal de CanSat consiste en diseñar, construir y lanzar un satélite funcional del tamaño de una lata de gaseosa. El dispositivo debía ser capaz de transmitir datos en tiempo real, registrar video aéreo y medir variables ambientales mientras descendía desde 700 metros de altura. Durante el vuelo, los participantes debieron operar una estación terrestre receptora y demostrar precisión técnica, comunicación y trabajo en equipo. La evaluación estuvo a cargo de ingenieros con trayectoria en agencias espaciales, incluidos profesionales de la NASA.

El equipo argentino estuvo compuesto por estudiantes de distintas carreras de ingeniería: Mecánica, Electrónica, Industrial, Informática y Bioingeniería. La estructura del grupo se organizó en subequipos especializados en estructura, hardware, software y operaciones. Entre los miembros se destacan Ezequiel Bolzicco, Daniela Maradei, Thomas Marthi y Agustín Pilotto en estructura y materiales; Agustín Haarth, Santiago Agosti, Emanuel Albornoz y Rafael Dalzotto en hardware; Micaela Perillo en software; Santiago Bolzicco en operaciones; y Eduardo Barbier como asesor técnico.
La preparación del equipo comenzó en enero como un proyecto extracurricular y autogestionado. Si bien el armado del satélite fue financiado por el ITBA, el viaje fue costeado por los estudiantes, quienes recibieron apoyo institucional, contactos con empresas y asistencia de Cancillería y Marca País. “Gran parte del grupo está becado. Sin sponsors, varios no hubiesen podido viajar”, explicó Daniela Maradei, integrante del subgrupo de estructuras.

La competencia se desarrolló en cuatro etapas: prediseño, diseño crítico, revisión técnica y misión final. En la primera fase, el equipo argentino alcanzó un 99% de cumplimiento técnico, lo que les permitió clasificarse entre los cinco mejores proyectos globales antes del viaje a EE.UU. Durante el lanzamiento en Virginia, el satélite argentino cumplió todos los requisitos de la misión, con una transmisión de datos precisa y estable. El jurado destacó el rendimiento técnico del dispositivo y la presentación profesional del equipo, lo que les valió la puntuación más alta del certamen.
Santiago Bolzicco, estudiante de Ingeniería Industrial y líder del grupo, destacó la combinación de creatividad, conocimiento y persistencia que llevó al equipo a la victoria. “Tenemos un equipo que abunda en talento, y eso se reflejó en cada etapa del proceso”, sostuvo. La experiencia fue también una oportunidad de aprendizaje para los estudiantes, quienes compartieron seis meses de trabajo intenso, interdisciplinario y colaborativo.
Entre los integrantes se encontraba Agustín Martínez Haarth, estudiante de Bioingeniería oriundo de General Alvear, Mendoza, con una destacada trayectoria académica en olimpíadas nacionales de biología y tecnología. Fue uno de los referentes técnicos del equipo y expresó su orgullo por representar al país en una competencia de tal magnitud.

El logro del ITBA en CanSat 2025 no solo refleja el talento de sus estudiantes, sino también el potencial formativo de las universidades argentinas en áreas clave para el desarrollo científico y tecnológico. Además de posicionar a la Argentina en el mapa aeroespacial internacional, la consagración representa una fuente de inspiración para futuras generaciones de ingenieros y científicos. El equipo ya anticipó su intención de continuar desarrollando proyectos y participar en nuevas competencias internacionales.