Exportaciones de oleaginosas argentinas alcanzaron el mayor nivel en tres años

El complejo oleaginoso argentino volvió a mostrar su fortaleza en los mercados internacionales. Durante los primeros ocho meses de 2025, el sector registró un repunte significativo, con exportaciones de oleaginosas que totalizaron 31,6 millones de toneladas y un ingreso de 14.229 millones de dólares, según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
El crecimiento promedio fue del 9% en volumen respecto del mismo período de 2024, alcanzando los valores más altos de los últimos tres años tanto en cantidad como en generación de divisas. Este desempeño consolida al sector como uno de los pilares del comercio exterior argentino, con una contribución clave a la balanza comercial del país.
Los principales complejos que explican este avance son soja, girasol, colza y otras oleaginosas, incluyendo sus granos, semillas y derivados industriales. Todos mostraron mejoras en sus volúmenes exportados y, en la mayoría de los casos, incrementos notables en los valores generados por las ventas externas.

Girasol: récord histórico en valor exportado
Uno de los mayores protagonistas del año fue el complejo girasolero, que registró un incremento del 26% en volumen exportado —2,12 millones de toneladas— y del 48% en valor, alcanzando 1.432 millones de dólares, el nivel más alto de los últimos siete años.
El aceite de girasol fue el producto estrella que impulsó el crecimiento, seguido por los granos y subproductos industriales. La demanda sostenida desde mercados como la Unión Europea, Medio Oriente y Asia consolidó el posicionamiento del girasol argentino, que sigue siendo uno de los aceites vegetales más valorados a nivel internacional por su calidad y estabilidad.

Soja: más exportaciones y mayores ingresos por aceite
En el caso de la soja, el principal complejo oleaginoso del país, las exportaciones totales crecieron un 8% en volumen, con 29,5 millones de toneladas despachadas entre enero y agosto. El mayor salto se observó en el poroto de soja, cuyas ventas aumentaron un 35% interanual, alcanzando 5,5 millones de toneladas.
El aceite de soja también mostró un desempeño destacado entre las oleaginosas, con un incremento del 7% en volumen (4,5 millones de toneladas) y un 22% en valor, mientras que los residuos y subproductos industriales subieron un 3% (18 millones de toneladas). En conjunto, estos productos fortalecieron la posición exportadora de la agroindustria argentina y generaron mayores ingresos de divisas, con un crecimiento del 21% en el rubro de porotos.

Colza y otras oleaginosas: impulso desde los nichos
La colza, cultivo que viene ganando espacio en las rotaciones agrícolas, también mostró un comportamiento positivo. Sus exportaciones crecieron un 16% en volumen (5.380 toneladas) y un 19% en valor, impulsadas principalmente por la venta de semillas a destinos europeos.
Dentro del grupo de otras oleaginosas, se destacaron casos de fuerte expansión: el aceite de jojoba, con un crecimiento del 344% en volumen y un 409% en valor, y el sésamo, con incrementos del 68% y 64%, respectivamente. Estos productos, aunque representan una porción menor del total exportado, consolidan la diversificación del complejo y abren oportunidades en mercados de alto valor agregado.

Destinos y nuevos mercados
En materia de destinos, China, Vietnam, India, Irlanda, Arabia Saudita, Italia, Indonesia, Malasia, Turquía y Países Bajos concentraron más del 53% de las exportaciones oleaginosas argentinas durante el período analizado. Estos países continúan siendo los principales compradores de soja y girasol, tanto en granos como en aceites y subproductos.
No obstante, uno de los datos más destacados del informe es el crecimiento hacia nuevos o emergentes destinos. Entre ellos sobresalen Marruecos (+439%, principalmente por aceite de soja), Yemen (+222%), Panamá (+217%), Grecia (+130%), Ecuador (+126%) e Indonesia (+119%). Este desempeño refleja una mayor diversificación comercial de las oleaginosas y una búsqueda activa de nuevos mercados por parte del sector exportador argentino.
El repunte de las exportaciones oleaginosas consolida al complejo como uno de los principales generadores de divisas del país, en un contexto de alta demanda global de alimentos y biocombustibles. Con precios internacionales estables y una mejora en los volúmenes embarcados, el sector cierra un año con resultados alentadores, reafirmando su papel estratégico dentro de la economía argentina.