Obras eléctricas estratégicas: el gobierno presentó un plan con inversión 100% privada

El Gobierno nacional avanza con un nuevo esquema de financiamiento privado para obras eléctricas con la ampliación del sistema eléctrico argentino. A través de la Resolución 311/2025 publicada en el Boletín Oficial, la Secretaría de Energía anunció la puesta en marcha de tres obras clave que formarán parte del Plan Nacional de Ampliación del Transporte Eléctrico. Serán licitadas bajo un modelo de concesión, sin aportes directos del Estado, lo que representa un cambio de paradigma en la ejecución de infraestructura energética.
Se trata de las primeras iniciativas enmarcadas en este nuevo régimen de participación privada, orientado a resolver los cuellos de botella que impiden una mejor distribución de la energía en distintas zonas del país. Según explicó el Ejecutivo, el objetivo es modernizar y ampliar la capacidad de transporte eléctrico sin comprometer fondos públicos, apostando a la inversión privada para el diseño, construcción, operación y mantenimiento de los proyectos.
Tres obras eléctricas estratégicas
La resolución oficial seleccionó las tres primeras obras eléctricas que saldrán a licitación en el corto plazo. La primera, denominada AMBA I, apunta a reforzar la capacidad de abastecimiento del Área Metropolitana de Buenos Aires, que concentra el 40% del consumo eléctrico del país. Este proyecto busca reducir la dependencia de generación ineficiente y mejorar la confiabilidad del servicio en la región más crítica del sistema.

La segunda de las obras eléctricas es la Línea de 500 kV Río Diamante – Charlone – O’Higgins, un corredor clave para evacuar energía generada en la región de Cuyo, tanto de fuentes renovables como convencionales, y reforzar la conexión con otras regiones del país. Según explicaron desde el Gobierno, también permitirá canalizar parte de la generación proveniente del sistema Comahue, que cuenta con importantes recursos hidroeléctricos.
Finalmente, se construirá la Línea de 500 kV Puerto Madryn – Choele Choel – Bahía Blanca, que mejorará el vínculo entre la Patagonia y el sistema troncal. Esta obra busca potenciar la integración del sur del país, facilitando el transporte de la energía eólica y convencional que se produce en esa zona hacia los principales centros de consumo.
Una transformación estructural
Estas tres iniciativas de obras eléctricas forman parte de un conjunto de 16 proyectos prioritarios definidos en la Resolución 715/2025, dentro del denominado Plan de Contingencia para Meses Críticos 2024–2026. El programa identificó regiones del país donde el crecimiento de la demanda eléctrica no fue acompañado por las inversiones necesarias en infraestructura de transporte.

“El estado actual del sistema de obras eléctricas revela deficiencias estructurales que derivan en cuellos de botella, interrupciones del servicio y altos costos por generación forzada”, señalaron desde la Secretaría de Energía. En ese sentido, destacaron que las obras planificadas responden a estudios técnicos realizados junto a organismos como CAMMESA, ATEERA y el Consejo Federal de Energía Eléctrica.
El nuevo esquema de financiamiento y gestión también marca un cambio importante en la relación entre el Estado y el sector privado. A diferencia de los modelos anteriores, en los que el Estado financiaba total o parcialmente los proyectos, estas obras se realizarán bajo un régimen de concesión integral, donde los concesionarios asumirán toda la inversión y los riesgos operativos.
Más eficiencia y menor gasto público
Desde el Gobierno destacaron que el nuevo formato de inversión en obras eléctricas busca “impulsar una transformación estructural del sistema eléctrico nacional con más eficiencia, menor gasto público y mayor participación del sector privado”. La intención oficial es replicar este esquema en otros proyectos, generando un círculo virtuoso que permita modernizar la infraestructura energética sin aumentar el déficit fiscal.

Las licitaciones serán convocadas a nivel nacional e internacional, y estarán abiertas a empresas con capacidad técnica y financiera comprobada. La Secretaría de Energía definirá los pliegos y establecerá el cronograma para el desarrollo de las obras.
Con este lanzamiento, el Ejecutivo apuesta a avanzar en una agenda energética de largo plazo, que acompañe el crecimiento de la demanda, impulse las energías renovables y garantice un sistema eléctrico más confiable y competitivo.