La nueva presidenta del Senasa será Pilu Giraudo


Se designó a la nueva comandante del Senasa. En un contexto de reestructuración interna y desafíos sanitarios crecientes, el Gobierno nacional designará a María Beatriz Pilu Giraudo como nueva presidenta del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). La ingeniera agrónoma santafesina, reconocida por su trayectoria en el sector agropecuario y su liderazgo en la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), reemplazará a Pablo Cortese, quien deja el cargo en medio de tensiones internas y cuestionamientos por decisiones estratégicas.

Pilu Giraudo llega a la presidencia de Senasa

La salida de Cortese estuvo marcada por una fuerte controversia en torno a la importación de vacunas antiaftosa desde Brasil, una medida que generó fricciones con laboratorios nacionales y expuso diferencias de criterio dentro del organismo. Ante ese escenario, y con el objetivo de imprimir una nueva impronta a la gestión sanitaria, el Gobierno optó por designar a Giraudo, cuya oficialización será comunicada en los próximos días.

La elección de Giraudo no es casual. Su perfil técnico y productivista, alineado con los postulados del actual Gobierno, representa un giro estratégico hacia una visión más dinámica, vinculada con la innovación, la sustentabilidad y la apertura comercial. Con amplia experiencia en el diseño e implementación de políticas públicas para el agro, se espera que su conducción contribuya a modernizar y agilizar los procesos del Senasa, en línea con los objetivos de desburocratización y eficiencia impulsados por el Ejecutivo.

Pablo Cortese, Senasa
Foto: Senasa

Ex presidenta de Aapresid entre 2014 y 2016, Giraudo ha sido una referente en la promoción de la siembra directa y el desarrollo de modelos de producción sustentables. También ha liderado iniciativas para incrementar la participación de las mujeres en el ámbito rural y productivo, siendo una de las fundadoras de la Red de Mujeres Rurales. Desde 2023 ocupa la vicepresidencia del INTA, cargo desde el cual reforzó su rol de articuladora entre ciencia, producción y política pública.

En el plano institucional, el Senasa enfrenta múltiples desafíos. No sólo debe velar por la sanidad animal y vegetal y la inocuidad alimentaria, sino también garantizar el cumplimiento de los estándares internacionales para el comercio exterior. Con mercados cada vez más exigentes y la necesidad de sostener la competitividad del agro argentino, la conducción del organismo adquiere una relevancia estratégica.

Giraudo no proviene del ámbito veterinario, como ha sido habitual en los liderazgos anteriores del Senasa. Sin embargo, su capacidad de gestión y su conocimiento del entramado técnico-productivo del campo argentino han sido valorados por los distintos actores del sector. Su llegada al organismo es interpretada como una señal clara del rumbo que busca imprimir el Gobierno: eficiencia, tecnificación y apertura comercial.

Senasa, Pilu Giraudo

La futura presidenta del Senasa también cuenta con experiencia en la administración pública. Durante la gestión de Mauricio Macri, se desempeñó como coordinadora de Políticas para el Desarrollo Sustentable en el ex Ministerio de Agroindustria. Desde ese rol, impulsó políticas vinculadas a la bioeconomía, el manejo responsable de los recursos naturales y la promoción de buenas prácticas agrícolas.

Su designación fue bien recibida por referentes del agro, que valoran su conocimiento técnico, su capacidad de diálogo y su compromiso con el desarrollo sostenible. Además, su figura representa una apuesta por renovar la conducción del Senasa con una mirada más moderna y ágil, capaz de acompañar las transformaciones tecnológicas y los nuevos paradigmas de producción.

Con la llegada de Giraudo, el Gobierno busca reposicionar al Senasa como una herramienta clave para fortalecer la competitividad del agro argentino en el escenario global. En un contexto de apertura comercial, reducción de trabas administrativas y revalorización del rol del campo en la economía nacional, la nueva presidenta tendrá la responsabilidad de liderar una etapa decisiva en la historia del organismo.