Alerta por una nueva ola polar en este Invierno 2025

El invierno 2025 no da tregua y una nueva ola polar llegará a la Argentina. Tras un inicio de mes marcado por una fuerte ola de frío y lluvias intensas en varias regiones del país, los pronósticos anuncian una segunda irrupción polar de gran magnitud. Especialistas advierten sobre un evento que podría impactar a gran parte del territorio nacional a partir del 23 de julio, acompañado por lluvias regionales y un marcado contraste térmico.
Una nueva ola polar llegará en este invierno
Durante la primera quincena del mes, el comportamiento climático fue sumamente dinámico. Según el meteorólogo Leonardo De Benedictis, de Meteored, Argentina transitó por una fase inicial de temperaturas extremas, producto del ingreso de una masa de aire frío que afectó a gran parte del sur de Sudamérica. Sin embargo, el panorama cambió abruptamente: hacia la segunda semana, el termómetro repuntó con valores incluso superiores a los normales para la época.
Este cambio térmico no vino solo. Dos episodios de lluvias extraordinarias, particularmente en la provincia de Buenos Aires, dejaron como saldo inundaciones y anegamientos. En algunas zonas, los acumulados superaron hasta por cuatro veces el promedio histórico para julio, generando un exceso hídrico que podría influir en el desarrollo de nuevos eventos meteorológicos.

Pero el clima invernal aún tiene cartas por jugar con una nueva ola polar. Según anticipa el modelo europeo ECMWF y otras referencias internacionales como el centro meteorológico de Brasil, desde el 23 de julio se prevé una nueva ola de frío que podría alcanzar niveles similares o incluso más intensos que la primera del mes. Esta nueva irrupción afectaría no solo al territorio argentino, sino también a Uruguay, Paraguay, Bolivia y el sur de Brasil.
Lo que transforma esta advertencia en una preocupación concreta es la coincidencia de los diferentes modelos meteorológicos, que marcan una caída sostenida de temperaturas por varios días consecutivos para esta ola polar. De concretarse, se trataría de la segunda ola polar del mes y tendría un impacto directo tanto en la vida cotidiana como en sectores sensibles como la salud pública y la producción agropecuaria.

Las regiones más afectadas por este frente frío y la ola polar serían el norte patagónico, la región pampeana, el NOA y el NEA. También se extendería hacia zonas del sur de Brasil, gran parte de Uruguay y sectores del Chaco paraguayo y boliviano. La intensidad del fenómeno amerita una planificación anticipada por parte de los sectores productivos, especialmente aquellos expuestos a heladas prolongadas.
En cuanto a las lluvias, los especialistas anticipan una distribución desigual. En la franja norte del país, especialmente en el Litoral, el NEA y parte del NOA, se esperan precipitaciones por encima de lo habitual. Este comportamiento es poco común para esta época del año y podría complicar aún más una situación ya excedida de agua en muchos sectores del este argentino.
En contraste, el centro del país mantendría registros más normales y la región patagónica podría cerrar el mes con lluvias por debajo de los valores medios. Así, el patrón climático de la segunda mitad de julio muestra un mapa dividido: al norte, humedad y lluvias; al sur, frío intenso y estabilidad atmosférica.

La variabilidad continúa siendo el factor dominante del invierno y de esta ola polar. Mientras una parte del país lidia con el exceso hídrico, otra debe prepararse para temperaturas bajo cero y posibles heladas tardías. Esta combinación obliga a extremar precauciones, tanto en los hogares como en el ámbito productivo.
Con el invierno aún en curso, los especialistas coinciden en que lo mejor es mantenerse informados y tomar decisiones anticipadas. Julio promete cerrar con un nuevo capítulo de contrastes extremos y fenómenos climáticos de alto impacto.