Misiones logra un hito: primera exportación de carne de dorado y surubí a Brasil


La provincia de Misiones alcanzó un hito histórico en la piscicultura argentina: el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) certificó la primera exportación de carne de pescado – dorado y surubí – con destino a Brasil. El envío, que consistió en 9 toneladas de productos elaborados a partir de piscicultura, marca un antes y un después para la producción local y abre nuevas oportunidades en mercados internacionales.

Se trata de un hecho inédito para el país, ya que nunca antes se habían exportado productos derivados del cultivo de dorado y surubí. Hasta ahora, el panorama exportador se limitaba a otras especies como el pacú, también producido mediante sistemas de piscicultura integral. Esta operación evidencia el crecimiento y la diversificación de la actividad acuícola en la región, consolidando a Misiones como un referente emergente en el sector.

Además, este primer envío representa un avance importante para la cadena productiva local, que desde hace años viene desarrollando infraestructura, tecnologías y métodos de cultivo adecuados para cumplir con los estándares internacionales de inocuidad y calidad. El logro muestra que las especies autóctonas pueden ser aprovechadas con un enfoque sostenible, generando ingresos y fortaleciendo la economía regional.

Dorado y Surubí, exportación

Un proceso controlado de principio a fin

La certificación del SENASA fue posible gracias a un riguroso seguimiento de toda la cadena de producción, que abarcó desde la cría y el engorde hasta la faena de los ejemplares. Este control integral garantiza que los productos de dorado y surubí cumplan con los requisitos sanitarios exigidos por Brasil, asegurando la calidad y seguridad alimentaria del envío.

Según indicaron desde el organismo, el proceso de fiscalización y certificación busca respaldar la expansión de la piscicultura, promoviendo que los productores locales de dorado y surubí puedan acceder a mercados internacionales sin comprometer la inocuidad de los alimentos. Esta primera exportación es, además, un ejemplo de cómo las regulaciones sanitarias pueden ser un aliado estratégico para abrir nuevas oportunidades comerciales.

La experiencia demuestra que, al incorporar protocolos sanitarios estrictos y tecnologías de control, la piscicultura puede alcanzar niveles de competitividad internacional, lo que resulta clave para mantener la demanda y garantizar la sostenibilidad de la actividad.

Dorado y Surubí, Senasa

Proyección exportadora y valor agregado

El primer envío de dorado y surubí representa una oportunidad de diversificación productiva con alto valor agregado para la economía misionera. La piscicultura no solo permite generar empleo local, sino que también posiciona a Misiones como un proveedor confiable de pescado de calidad, con potencial de expansión hacia otros destinos internacionales.

El SENASA destacó que esta operación refuerza el compromiso con el desarrollo de las economías regionales, apoyando a los productores para que puedan crecer en forma sustentable y competitiva. Asimismo, abre la puerta a la incorporación de nuevas especies y productos, fortaleciendo la industria acuícola nacional y fomentando la innovación en los sistemas de cultivo y procesamiento.

La exportación de carne de dorado y surubí también permite agregar valor a la producción local, ya que en lugar de vender pescado en fresco a nivel nacional, los productores pueden comercializar productos elaborados con procesos de empaque, refrigeración y corte profesional, elevando su precio y competitividad en el mercado internacional.

Dorado

Un paso hacia el futuro de la piscicultura argentina

Con esta primera exportación de dorado y surubí, Misiones marca un precedente histórico para la piscicultura en el país, mostrando que es posible generar productos de calidad listos para los mercados internacionales. La operación no solo beneficia a los productores locales, sino que también consolida la presencia argentina en el comercio regional de alimentos, destacando la capacidad del país para cumplir con estándares internacionales.

La experiencia demuestra que, mediante procesos integrales de producción y control sanitario, la piscicultura puede transformarse en un motor de desarrollo económico y exportador. De esta manera, Misiones se posiciona como un referente en el cultivo de dorado y surubí, con proyección a largo plazo y posibilidad de replicarse en otras provincias del país.