Entre precios firmes y consumo cauteloso: así llega el mercado ganadero a las fiestas
El mercado ganadero argentino transita el cierre del año en un escenario atravesado por fuertes contrastes estructurales. Mientras los valores de la hacienda se mantienen firmes y en niveles históricamente elevados, el consumo interno continúa mostrando señales de fragilidad, lo que obliga a todos los eslabones de la cadena a operar con cautela de cara a las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Tradicionalmente, este período suele estar acompañado por un repunte en la demanda estacional de carne vacuna. Sin embargo, en el contexto actual, la pérdida de poder adquisitivo limita la capacidad del consumo para absorber subas, generando un delicado equilibrio que condiciona tanto las decisiones comerciales como productivas en el tramo final del año.
La invernada sostiene valores altos pese a leves ajustes
En este marco, la invernada continúa siendo uno de los segmentos más firmes del mercado ganadero. Durante la última semana se registró una corrección bajista moderada del 3%, con un precio promedio cercano a los $5.925 por kilo, un ajuste que no alcanza a modificar el piso históricamente alto sobre el que se mueve la reposición.
Medido en dólares, el ternero sigue ubicándose por encima de los US$3 por kilo, reflejando la escasez de oferta y la estrategia de retención por parte de los productores. La limitada disponibilidad de animales livianos y la decisión de muchos criadores de sostener stock continúan siendo los principales factores que explican la firmeza de este segmento dentro del mercado ganadero.

Vientres firmes y señales de confianza a largo plazo
El negocio de cría también muestra una solidez destacable dentro del mercado ganadero. Las vacas y vaquillonas preñadas operan en torno a los $2 millones por cabeza, equivalentes a unos US$1.200, consolidando valores que responden más a expectativas de largo plazo que a la coyuntura inmediata del consumo.
Estos precios reflejan que una parte relevante del sector sigue apostando a la ganadería como actividad estratégica. La inversión en capital reproductivo se mantiene, aun en un contexto de márgenes ajustados, lo que sugiere confianza en la evolución futura del negocio y en la capacidad del sector para atravesar escenarios complejos.

Cañuelas: selectividad, oferta medida y márgenes estrechos
En el Mercado Agroganadero de Cañuelas, la dinámica de fin de año se traduce en una oferta cuidadosamente administrada y una demanda selectiva. Los precios se validan principalmente cuando aparece hacienda liviana bien terminada, mientras que el resto de las categorías encuentra mayores dificultades para sostener valores.
La industria, por su parte, opera con márgenes muy ajustados, condicionada por un consumo interno que no logra recomponerse con fuerza y una exportación que todavía no termina de traccionar plenamente. Esta combinación obliga a comprar con prudencia y evita movimientos bruscos en los precios.
El consumo, el eslabón más frágil de la cadena
El consumo doméstico aparece como el principal punto de tensión en el mercado ganadero. La imposibilidad de trasladar subas al mostrador explica la brecha persistente entre la evolución del precio de la hacienda en pie y el valor final de la carne al consumidor.

A esto se suma un tipo de cambio que avanza por detrás de la inflación y de los costos en pesos. El atraso cambiario resta competitividad a la exportación, justo en un momento en el que el mercado ganadero internacional demanda animales más pesados y ciclos productivos más largos, presionando sobre la rentabilidad del sistema.
Cambios productivos y desafíos hacia adelante
Durante 2025 se observaron modificaciones relevantes en la dinámica productiva. La mayor retención de hacienda liviana y la menor salida a faena en el último trimestre alteraron el patrón estacional habitual, reduciendo la oferta disponible y generando tensiones adicionales en el mercado ganadero.
Con precios firmes pero consumo débil, el mercado ganadero llega a las fiestas caminando por una cornisa. El desafío de los próximos meses será sostener este frágil equilibrio, evitando que las tensiones actuales deriven en un freno mayor de la actividad y permitiendo que la cadena continúe funcionando en un contexto económico todavía desafiante.
