Desconcierto en el mercado de granos tras pedido de EE. UU. y compras de China

El mercado de granos argentino atraviesa un momento de incertidumbre luego de un pedido de Estados Unidos sobre las retenciones y el fuerte impulso en las compras de soja por parte de China. La combinación de ambos hechos generó un escenario complejo para productores, exportadores y analistas, que buscan entender los próximos pasos del gobierno nacional.
Pedido estadounidense y repercusiones locales
Estados Unidos solicitó terminar con las “exenciones fiscales para los productores de materias primas que conviertan divisas”, según un posteo de Scott Bessent. Aunque el mensaje respaldaba al gobierno argentino, generó dudas sobre el futuro de la medida de retenciones cero para todos los granos anunciada recientemente.
El planteo de Bessent se interpreta como un pedido para volver a subir las retenciones, una medida que afectaría directamente el ritmo de ventas de los exportadores argentinos. El gobierno aclaró en el Seminario Acsoja que la suba de retenciones regresa el 31 de octubre, aunque persisten dudas sobre si la baja temporal se levantará antes.

En el mercado de granos las ventas de soja en Argentina se dispararon tras el anuncio, según Javier Preciado Patiño, de RIA Consultora. Desde el sector agroexportador no hubo una postura conjunta, pero la mayoría coincide en que la baja de retenciones no se extenderá más allá del 31 de octubre.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destacó que las operaciones finales en el mercado de granos a nivel local registraron el mayor volumen de un solo día de que se tenga registro, evidenciando la presión que generó el anuncio estadounidense y la reacción del sector.
Compras chinas impulsan la demanda de soja
Mientras tanto, China aceleró sus compras de soja argentina tras la decisión de bajar las retenciones. Desde que se levantó el impuesto, los importadores chinos han reservado alrededor de 20 cargamentos, equivalentes a 1,3 millones de toneladas, según fuentes de Reuters.
En el mercado de granos, el efecto sobre la soja estadounidense es inmediato. “Básicamente, China tendrá suficientes granos sin los granos estadounidenses”, señaló un comerciante internacional que participa de los envíos. La mayor parte de los cargamentos argentinos está programada para noviembre, mientras que un 20 % corresponde a la nueva cosecha que comenzará en abril del próximo año.
El atractivo para los procesadores chinos es claro: los márgenes de procesamiento para la soja argentina rondan los 200 yuanes (28 dólares) por tonelada, explicó Wang Wenshen, analista de Sublime China Information. Según Wenshen, es probable que China acelere aún más las compras para cubrir el déficit de adquisiciones entre noviembre y enero, antes de la fecha límite del 31 de octubre o del límite de cuota de 7.000 millones de dólares.

Impacto en el mercado de granos global
El aumento de las compras chinas reduce la dependencia de Estados Unidos en el mercado de granos y en especial de la soja. Al mismo tiempo, la presión sobre el gobierno argentino para decidir sobre las retenciones genera desconcierto entre productores y exportadores. La incertidumbre política y comercial podría afectar los planes de inversión y comercialización de los próximos meses, según advierten analistas del sector.
La combinación de alta demanda internacional y presión estadounidense coloca a Argentina en el mercado de granos en una situación clave: por un lado, la posibilidad de consolidar sus exportaciones y mejorar los márgenes para los productores; por otro, la necesidad de definir políticas de retenciones claras y previsibles para no frenar el impulso generado.

Expectativas del sector
En el corto plazo, el mercado espera que el gobierno confirme la vigencia de las retenciones cero hasta el 31 de octubre, lo que permitirá mantener el ritmo de ventas y cumplir con los contratos comprometidos con China. Al mismo tiempo, el sector observa con atención los pasos de EE. UU., dado que cualquier cambio podría alterar los flujos comerciales y afectar los precios internacionales.
Argentina se encuentra en el centro de la competencia global por la soja, con China aumentando su participación y Estados Unidos presionando por cambios impositivos. La reacción de los exportadores locales y la política oficial definirán si el país logra capitalizar la demanda internacional o enfrenta una corrección de precios y volúmenes de venta.