Mercado de Cría: el vientre consolida su firmeza y cierra el 2025 en valores récord
El mercado de cría atraviesa uno de sus momentos más firmes del año. En un contexto donde la oferta de terneros es insuficiente, los vientres se transformaron nuevamente en un activo estratégico para el productor y las cotizaciones lo reflejan con claridad. El dato sobresaliente de la semana es el valor promedio de las vaquillonas con garantía de preñez: $2.125.128 por cabeza, con un máximo que llegó a rozar los $2,93 millones. Según el informe de AZ Group y deCampoaCampo, el mercado ganadero online más grande del país, la solidez en esta categoría muestra una demanda sostenida y una marcada decisión de recomponer o mantener planteles frente al escenario de menor oferta futura.
El mercado de cría convalidó las subas
La consistencia también se observa en las vacas nuevas preñadas, que promediaron $1.925.470, y en las vacas usadas preñadas, que alcanzaron $1.198.512. Aun las categorías con cría —vacas nuevas y usadas— mostraron firmeza, ubicándose en $1.384.285 y $1.019.777 respectivamente. El único segmento que mantuvo cierta estabilidad sin grandes escaladas fue el de vacas sin servicio, cuyo valor promedio fue de $1.240.287.

El fortalecimiento del vientre no es casualidad. Varias dinámicas confluyen en este movimiento: la caída prolongada en la faena, el ajuste de la producción nacional, la perspectiva de precios sostenidos para la carne en 2026 y, sobre todo, la necesidad estratégica del productor de anticiparse a un ciclo ganadero más ajustado. En paralelo, el mercado internacional comienza a dar señales de menor oferta global para el año que viene, lo que alimenta expectativas positivas entre los criadores.
Un dato clave es la relación ternera/vientre. En las últimas semanas, este ratio se movió dentro de niveles estables, reflejando que, aun con precios firmes de la invernada liviana hembra, el vientre mantiene relativa accesibilidad en términos históricos. El incremento del valor de los vientres preñados responde no solo a la menor disponibilidad, sino a la búsqueda de eficiencia reproductiva como estrategia para capitalizar un ciclo de precios altos.

El análisis de la evolución histórica muestra que tanto la vaquillona con garantía de preñez como la vaca nueva preñada se encuentran en valores máximos en más de dos años. Incluso en un mercado acostumbrado a subas estacionales, los precios actuales se destacan por su estabilidad y por el nivel alcanzado.
El panorama general de la semana, marcado por la caída del 12% en la producción de carne respecto al mes anterior y por una faena interanual en retroceso del 10%, genera un marco de menor oferta estructural que refuerza la conveniencia de apostar a la retención. Esta misma lectura aparece en los remates televisados y ferias, donde la demanda sobre los lotes de cría se mantiene activa más allá de la época del año.
Con un 2026 proyectado como un año de menor oferta global y una demanda internacional más firme —sobre todo si China reabsorbe sus stocks—, el segmento de cría ingresa en una etapa donde cada vientre será un recurso estratégico para el negocio. De cara al verano y al arranque del ciclo productivo 2025/26, el mercado de cría podría seguir mostrando firmeza, sostenido por la menor producción, el recorte de oferta en países clave y la ambición de los criadores de capitalizar un ciclo que promete precios altos.
