El mercado de cría se afirma: más demanda por vientres y señales de recomposición
El mercado de cría mostró durante la última semana de octubre una continuidad en el escenario de firmeza que comenzó a notarse en la segunda mitad de octubre. Los valores de las principales categorías —particularmente las vacas nuevas con cría y las vaquillonas preñadas— registraron aumentos respecto de la semana anterior, impulsados por una mejora en la demanda y por el efecto de las lluvias que consolidaron las pasturas en gran parte del país, según el informe de AZ Group y deCampoaCampo, el mercado ganadero online más grande del país.
A diferencia de lo ocurrido durante los meses más duros del invierno, cuando la falta de alimento obligó a vender vacas antes de tiempo, ahora los productores encuentran un entorno más favorable. El pasto vuelve a ser una variable clave y, con los campos recuperados, muchos eligen retener vientres o reponer aquellos que debieron vender en los meses anteriores.
Más interés por los vientres nuevos
La categoría más buscada en la semana fue la de las vaquillonas preñadas, que registraron una clara recuperación de precios. Las mejoras fueron más evidentes en los remates del centro y norte del país, donde la oferta de forraje ya permite sostener mayores cargas. En estos casos, la combinación de animales jóvenes, buena genética y preñez confirmada resultó determinante para la puja de compradores que buscan fortalecer la base de sus rodeos de cría.
También las vacas nuevas con cría al pie tuvieron una buena salida. Esta categoría sigue siendo una alternativa atractiva para quienes buscan capitalizar el crecimiento de la hacienda sin esperar el próximo ciclo de parición. Además, la posibilidad de contar con un ternero ya nacido genera liquidez inmediata para el comprador y reduce los riesgos productivos asociados a la gestación.
En cambio, las vacas más usadas o vacías mostraron una colocación más selectiva. Si bien hay demanda por parte de frigoríficos exportadores que abastecen mercados de carne industrial, los precios se mantienen estables, con escaso margen para subas, especialmente en los lotes que presentan menor estado corporal o deficiencias sanitarias.

Clima y estrategia: las dos claves de la semana
El buen comportamiento climático fue determinante para este cambio de escenario. Las lluvias generalizadas de la última quincena permitieron mejorar notablemente la oferta forrajera en regiones del centro y norte del país, lo que cambió las decisiones de manejo de muchos productores. Allí donde el pasto reapareció, la venta se desacelera y la estrategia pasa a ser de retención y reposición selectiva, priorizando hembras jóvenes con potencial reproductivo.
Por otro lado, la estrategia comercial de los criadores está atravesada por el contexto económico general. Con una inflación persistente y un dólar relativamente estable, muchos productores ven en el ganado una forma de resguardar valor real. La compra de vientres se convierte, en ese sentido, en una inversión a futuro, más aún cuando los precios del gordo muestran cierta estabilidad y la perspectiva climática hacia el verano es alentadora.
Estos factores —clima, pasto y expectativas— se combinan para darle mayor solidez a la plaza, que se mantiene con buen nivel de operaciones y precios sostenidos en las categorías de mayor calidad.
La vaca de conserva, estable pero con salida fluida
El segmento de la vaca de conserva y manufactura mantiene un movimiento ágil, aunque sin variaciones significativas en los precios. Las plantas exportadoras siguen activas, sobre todo en las zonas del litoral y el norte, donde el volumen de vacas de descarte es mayor. Sin embargo, el negocio continúa dependiendo de la cotización del dólar exportador y del comportamiento del mercado chino, principal destino de este tipo de carne.

A pesar de que los valores permanecen estables, la demanda asegura fluidez, lo que ayuda a descongestionar los campos y a mantener equilibrio en la cadena.
Con las lluvias consolidadas y los vientres valorizándose, el mercado de cría ingresa a una etapa de mayor previsibilidad. Las próximas semanas serán decisivas, sobre todo con el avance de los tactos que definirán las tasas de preñez y el potencial de reposición para la zafra 2026.
Si las condiciones climáticas se mantienen estables y los precios del gordo confirman su repunte hacia fin de año, es probable que la demanda por vientres se mantenga firme. La recomposición de los rodeos, luego de un año de alta faena, aparece como uno de los grandes objetivos de los criadores para el cierre de 2025.
En síntesis, la cría se consolida en un terreno de recuperación, con más demanda, precios en ascenso y productores que vuelven a mirar el negocio con expectativas positivas.
