Noviembre frena la venta de maquinaria agrícola y el segundo semestre muestra desaceleración
La venta de maquinaria agrícola en Argentina registró en noviembre una caída interanual del 13,4%, profundizando la desaceleración que se observa desde el segundo semestre de 2025. Según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA) Agrícola, se patentaron 498 equipos autopropulsados, entre cosechadoras, tractores y pulverizadoras, lo que representa también un retroceso del 10,1% respecto de octubre.
A pesar de la caída mensual, el acumulado del año mantiene un leve saldo positivo, con 6.187 unidades, un 3,6% por encima de 2024, lo que indica que el mercado todavía conserva cierta fortaleza frente a la tendencia descendente de los últimos meses.
Desempeño por rubro
Las cosechadoras continúan mostrando el mejor comportamiento. En noviembre se registraron 53 unidades, un 18,5% menos que en octubre, aunque 6% más que en el mismo mes de 2024. En lo que va del año, el total de 687 cosechadoras patentadas representa un avance del 20,5% interanual, consolidando un crecimiento de doble dígito, con fuerte protagonismo de las máquinas de mayor capacidad y una competencia muy ajustada entre los grandes grupos globales.
Por su parte, los tractores fueron los que más explicaron la caída mensual de la maquinaria agrícola. Se patentaron 398 unidades, un 6,8% menos que octubre y un 15,9% por debajo de noviembre de 2024. El acumulado anual llega a 4.882 equipos, apenas 1,7% por encima del año pasado, pero con una tendencia contractiva desde el tercer trimestre. La fragmentación del mercado y la irrupción de marcas más pequeñas con estructuras comerciales informales presionan los volúmenes de las terminales tradicionales.

El segmento más golpeado fue el de pulverizadoras, con 47 unidades inscritas, un 24,2% menos que en octubre y 9,6% por debajo de noviembre de 2024. No obstante, el balance anual sigue positivo, con 618 equipos y un incremento del 2,7% respecto de 2024. El liderazgo se mantiene entre Metalfor, PLA y Caimán, mientras que Jacto y John Deere ganan participación desde bases más pequeñas en un escenario de alta competencia entre fabricantes nacionales.
Distribución territorial y otros equipos
El informe de ACARA confirma la centralidad del núcleo agrícola en las provincias de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe, que concentran alrededor de tres cuartas partes de las cosechadoras patentadas, y lideran también en tractores y pulverizadoras. La inversión en maquinaria agrícola refleja la intensidad productiva de cada región y se concentra donde la agricultura extensiva y la ganadería de ciclo completo demandan mayor tecnología.
Más allá de los tres rubros principales, noviembre registró 7 patentamientos de otros equipos autopropulsados, como picadoras de forraje, fertilizadoras, segadoras y cosechadoras especiales, acumulando 173 unidades en 2025. Este mercado más pequeño está directamente vinculado con la ganadería intensiva, los sistemas de alimentación y las economías regionales que requieren maquinaria agrícola específica.

Perspectivas del mercado
Noviembre deja la sensación de un mercado de maquinaria agrícola planchado, a la espera de señales claras que permitan su reactivación. Aunque 2025 cierra con un saldo levemente positivo frente a 2024, la pendiente descendente del segundo semestre obliga a la industria a mirar con cautela el 2026.
Los analistas destacan que la dinámica dependerá de factores como la disponibilidad de crédito, la evolución de los precios agrícolas y la capacidad de compra de los productores, que influirán directamente en la demanda de maquinaria agrícola. En este contexto, las terminales y concesionarios deberán ajustar estrategias comerciales y de financiamiento para mantener el interés de los agricultores y asegurar la continuidad de un mercado históricamente estratégico para la economía argentina.
En este escenario, el mercado de maquinaria agrícola ingresa en un período decisivo. La combinación de cautela inversora, volatilidad económica y expectativas sobre las políticas productivas de 2026 marcará el pulso de un sector que, pese a las señales de enfriamiento, mantiene una base sólida en términos de demanda estructural.
