El 90% del maíz temprano atraviesa la floración con muy buen estado en la región núcleo
El inicio del verano trajo señales alentadoras para el maíz temprano en la región núcleo. De acuerdo con un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el 90% del cultivo ya ingresó en la etapa de floración y lo hace con una condición general de muy buena a excelente, sostenido por las lluvias registradas durante diciembre. El cambio en el patrón de precipitaciones permitió revertir señales iniciales de estrés y consolidar expectativas productivas positivas.
Si bien las tormentas se presentaron de manera dispar, los milímetros acumulados resultaron determinantes para atravesar un momento clave del ciclo del cultivo. Técnicos y productores coinciden en que el agua llegó en el momento justo, cuando los maíces tempranos comenzaban a evidenciar síntomas de falta de humedad. En términos generales, el panorama es claramente más favorable que el observado en campañas recientes.
Lluvias oportunas y alivio en plena etapa crítica
En la zona núcleo, las precipitaciones de la última semana fueron decisivas para sostener el desarrollo del cultivo. Productores de Aldao destacaron que el maíz temprano comenzaba a mostrar signos de sequía en las hojas basales, pero que la llegada del agua permitió “afirmar” los lotes y recuperar vigor. El impacto positivo se reflejó rápidamente en el estado general de los planteos tempranos.
Desde el sur de Santa Fe, en localidades como Teodelina, el optimismo es evidente. “Hace cinco años que no cerrábamos un año tan bien para los cultivos”, señalaron referentes zonales, quienes estiman que alrededor del 80% del área maicera ya tiene un buen rinde prácticamente asegurado. De todos modos, advierten que nuevas lluvias podrían elevar aún más el techo productivo del maíz temprano, especialmente en los lotes mejor posicionados.

Mejor panorama que en la campaña pasada
Al comparar con la campaña 2023/24, el escenario actual muestra diferencias favorables. A esta altura del ciclo anterior, el 85% del maíz temprano se encontraba en condición muy buena a excelente, aunque ya se observaban complicaciones en el norte bonaerense. En cambio, este año el 90% del cultivo presenta un estado destacado, acompañado por una situación hídrica más sólida.
Las reservas de agua en el suelo marcan una diferencia clave. Con acumulados anuales que oscilan entre 800 y 1.600 milímetros, se observa una recuperación significativa de lagunas y una mayor presencia de napas en profundidad. Este respaldo hídrico explica en gran medida la estabilidad del maíz temprano en plena floración, aun frente a eventuales pausas en las lluvias.
No obstante, los técnicos advierten sobre la presencia de “lunares” con reservas regulares, especialmente en el suroeste de Córdoba. Si bien no comprometen el panorama general, estas áreas requieren seguimiento, ya que podrían ampliar su impacto si no se registran nuevas precipitaciones en el corto plazo.

Expectativas de rindes elevados, con diferencias regionales
En el noroeste bonaerense, las expectativas del maíz temprano son especialmente altas. Con los maíces transitando o ingresando en floración, ya se habla de pisos de 100 quintales por hectárea, rindes que, salvo un evento climático adverso, se consideran prácticamente asegurados. El buen estado sanitario y la adecuada disponibilidad de agua explican este escenario.
Situaciones similares se observan en Bigand, donde los rendimientos proyectados rondan los 80 qq/ha, aunque los técnicos remarcan que para expresar todo el potencial de los híbridos será fundamental que las lluvias continúen acompañando. En el sudeste cordobés, en localidades como Monte Buey, el maíz temprano atraviesa su período crítico con pisos de 110 qq/ha, promedios esperados de 120 a 125 qq/ha y lotes destacados que podrían alcanzar entre 140 y 160 qq/ha.

Zonas ajustadas y avance del maíz tardío
El escenario es más delicado en el sureste de Córdoba y áreas limítrofes del centro-oeste santafesino. Allí, los maíces sembrados muy temprano mantienen buen estado, pero en los implantados a comienzos de septiembre ya se observan fallas de polinización y espigas de menor tamaño, mientras que los de mediados de mes presentan una floración más despareja y resultados aún inciertos.
En localidades como Corral de Bustos y Canals, los técnicos coinciden en que la situación del maíz temprano todavía no muestra estrés marcado, aunque advierten que la falta de nuevas lluvias podría ajustar rápidamente el panorama. En paralelo, avanza la siembra del maíz tardío: ya se implantó el 40% de las 180.000 hectáreas previstas, un porcentaje levemente menor al del año pasado. En la mayoría de las zonas, se espera completar las labores en los próximos diez días, cerrando una campaña que, hasta ahora, muestra señales claramente positivas para el cereal.
