El maíz tardío gana terreno: oportunidades y estrategias para la campaña


El maíz tardío recupera protagonismo en la campaña actual y se posiciona como una alternativa competitiva en diversas regiones agrícolas del país. Las abundantes lluvias, el buen arranque del trigo y la fuerte caída en la presencia de chicharrita, conforman un escenario favorable que reabre el debate sobre el potencial del cereal sembrado en fechas diferidas. Con perfiles del suelo bien recargados y una mejora en las condiciones sanitarias, productores y especialistas coinciden en que el cultivo llega con mayor previsibilidad y con márgenes más atractivos.

Además del agua acumulada y del impulso generado por el trigo, en algunas zonas de Buenos Aires donde hubo excesos hídricos, el maíz de ciclos cortos aparece como la única alternativa viable, especialmente para evitar el riesgo de heladas tempranas. El retroceso del vector Dalbulus maidis, causante del spiroplasma, también es determinante: informes recientes de la Red Nacional de Monitoreo muestran una caída significativa en su presencia tanto en la región Centro–Norte como en la Centro–Sur del país.

Contexto favorable y mejora económica impulsan la decisión

Desde Stine, compañía con más de 120 años de experiencia acumulada en genética de maíz y soja, destacan que el panorama actual permite planificar con mayor confianza. En términos económicos, señalan que la relación insumo-producto vuelve a ser atractiva, especialmente en planteos de maíz tardío, donde las densidades más bajas implican una inversión inicial menor.

Según Leandro La Ragione, gerente de desarrollo de producto de la compañía, un maíz tardío que supere los 5.000 kg/ha deja un margen superior al de una soja de segunda, lo que potencia su competitividad en regiones donde ambos cultivos disputan superficie. Con esta base, el especialista trazó un análisis zona por zona, identificando los híbridos más adecuados y las estrategias más eficientes para aprovechar las condiciones actuales.

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Centro–Norte de Córdoba: dominio histórico del maíz tardío

En esta región, donde el maíz tardío representa tradicionalmente el 85% del área sembrada, las lluvias permitieron el avance del maíz temprano, aunque sin desplazar al tardío, que sigue siendo la opción más segura dentro de los esquemas rotativos.

Para estos ambientes, Stine destaca el híbrido ST 9820 CL vip3, conocido por su sanidad frente a tizón y enfermedades de caña, su tolerancia al vuelco y su estabilidad en cosechas tardías. Se trata de un material “petiso” que se siembra en enero y se cosecha en septiembre, con muy buenos resultados incluso en condiciones de estrés.

La Ragione resume que, en estos planteos, la integridad del cultivo al momento de la cosecha es un factor clave, y este híbrido ofrece una ventaja agronómica que los productores valoran especialmente.

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Franja Central: oportunidades en ciclos completos y cortos

En la región central, el trigo llega con rindes altos y gran extracción de nutrientes, generando condiciones particulares para la siembra del maíz tardío sobre sus rastrojos. La ventana óptima, ubicada entre el 5 y el 15 de diciembre, permite el uso de híbridos de ciclo completo como el ST 9939 vip3.

Sin embargo, ante una ventana que se achica y con el riesgo de heladas en el horizonte, los ciclos cortos ganan relevancia, ya que permiten adelantar la madurez y llegar a la cosecha con menor humedad. En ese contexto, un híbrido destacado es el ST 9741 vip3, con 114 días de madurez relativa y un desempeño sobresaliente en ambientes de alto potencial.

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Centro–Sur de Buenos Aires: exceso hídrico y un escenario que favorece al cereal

La zona que abarca Bolívar, Pehuajó, Henderson, Casares, Saladillo y áreas cercanas a la Cuenca del Salado atraviesa excesos de agua que reducen la competitividad de la soja. Allí, el maíz tardío se posiciona como la alternativa más sólida, y en muchos casos, la única viable para capitalizar los perfiles recargados y sostener la productividad.

Con siembras que podrían extenderse hasta fines de diciembre y enero, los ciclos cortos se vuelven indispensables para esquivar heladas y minimizar costos de secado. Stine destaca tres híbridos con tecnología vip3, adecuados para estos ambientes: ST 9734 vip3, el más corto; ST 9736 CL vip3, con excelente performance en ambientes restrictivos; y ST 9741 vip3, para lotes de mayor potencial productivo.