Maíz tardío: desafíos y oportunidades para una campaña de mucho potencial
Con el inicio de la ventana óptima de implantación en gran parte del país, comenzó a tomar ritmo la siembra de maíz tardío, un cultivo que gana terreno por su estabilidad y por el aporte estratégico que brinda a la producción de granos, carne y leche. En este contexto, un encuentro virtual inédito organizado por SUPRA Semillas, la nueva marca de maíz de GDM, reunió a referentes técnicos y económicos para analizar el escenario que enfrenta esta campaña y las claves para maximizar los resultados.
Una siembra que avanza y una marca que busca liderar
De acuerdo con la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la siembra de maíz ya cubre alrededor del 40% de la superficie proyectada, con avances firmes en el centro y sur del área agrícola. Este dinamismo coincide con la realización de “Tardío al frente”, el evento técnico con el que SUPRA Semillas buscó aportar información de valor para la toma de decisiones.
En la apertura, los gerentes Justo MacLoughlin, Federico Larrosa y Santiago Felizia remarcaron la fortaleza que SUPRA adquiere dentro del grupo GDM y su compromiso directo con el productor. Subrayaron que la meta es acompañar la campaña con genética de alto rendimiento y manejo agronómico preciso, bajo el concepto de trabajo conjunto en el campo.
La marca, cuyo nombre representa “espíritu de superación”, nace a partir de la adquisición del negocio de maíz de KWS y se potencia con la reciente incorporación de AgReliant en Estados Unidos. Este movimiento genera una base genética inédita en diversidad y robustez, proyectada para responder a los desafíos productivos de Sudamérica y otros mercados.
Sanidad y ambiente: los grandes retos del maíz tardío
Uno de los ejes del encuentro fue el bloque sanitario, donde los ingenieros agrónomos Fernando Guerra, Roberto De Rossi y Roberto Peralta resaltaron que el maíz tardío se desarrolla en condiciones ambientales que favorecen la aparición de enfermedades. Por esa razón, recomendaron trabajar con umbrales dinámicos, evaluar pronósticos y preservar la sanidad de los órganos responsables del rendimiento.
Otro punto central fue la actualización sobre Dalbulus maidis, la chicharrita del maíz, abordada por Alejandro Vera (EEAOC), Macarena Casuso (INTA Las Breñas) y Emiliano Acosta. Los especialistas coincidieron en que la elección genética del híbrido es la herramienta más determinante frente a esta plaga. Además, aconsejaron ajustar las fechas de siembra a los períodos de menor riesgo, realizar monitoreo temprano y aplicar estrategias preventivas.
Manejo agronómico y potencial para grano y silaje
En el bloque de manejo, los ingenieros Octavio Caviglia, Nicolás Neiff y Fernando Giachetti analizaron la importancia de diseñar estrategias según el ambiente y el rendimiento objetivo. Giachetti remarcó que el maíz tardío “revolucionó el cultivo”, al permitir su expansión hacia zonas antes consideradas marginales.
Caviglia aportó lineamientos para definir la densidad, el uso de nutrientes, el híbrido y la fecha de siembra según distintos escenarios productivos, ya sean defensivos o de alto potencial. En paralelo, el especialista Héctor López profundizó en la planificación para silaje, destacando que aunque el grano representa el 50% del rendimiento total, es fundamental asegurar calidad en toda la planta para optimizar la producción de carne y leche.
Una mirada económica: abundancia global y estrategia local
Para cerrar, el economista Sebastián Salvaro presentó un análisis sobre el mercado internacional. Sostuvo que el maíz atraviesa una etapa de “abundancia relativa”, pero condicionada por riesgos climáticos y tensiones geopolíticas que pueden alterar las proyecciones. Frente a ese escenario, el maíz tardío aparece como una alternativa estratégica para Argentina, al aportar estabilidad, flexibilidad comercial y menor exposición al riesgo climático.
Salvaro recomendó escalonar ventas, usar coberturas simples —como puts, calls o forwards— y aprovechar la capacidad exportadora estructural del país, donde el maíz tardío encaja con un timing comercial especialmente favorable. Según el economista, este posicionamiento convierte al cultivo en una herramienta clave para mejorar el flujo financiero del productor.
Con la siembra ya en marcha y un escenario internacional complejo, el maíz tardío se posiciona nuevamente como un pilar para la agricultura argentina. La combinación de genética avanzada, manejo agronómico ajustado y estrategias comerciales adecuadas será determinante para capturar todo el potencial de una campaña que, según los especialistas, tiene mucho a favor.
