Las lluvias complican la siembra de trigo 2025


El exceso de lluvias registrado en diversas zonas agrícolas del país generó serias complicaciones para los productores que habían planificado sembrar trigo de ciclo corto. En muchas regiones, la acumulación de agua impide el ingreso de maquinaria a los lotes, lo que retrasa las labores de siembra y pone en duda el cumplimiento de las fechas óptimas para el cultivo.

El trigo se complica con las lluvias

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) advirtió que en algunos casos, por las lluvias, directamente se descartó la siembra de trigo corto. “Hay productores que ya descartan sembrar trigo corto por falta de tiempo, y empiezan a mirar hacia la soja o el maíz temprano como alternativa”, señaló la entidad en su último informe semanal. En zonas como el norte bonaerense, donde la humedad es excesiva y los suelos están saturados, muchos lotes destinados originalmente al cereal podrían terminar implantados con cultivos de verano.

En este contexto de lluvias, el maíz aparece como uno de los cultivos que podría ganar terreno. La BCR estima que la superficie sembrada con maíz en la región núcleo crecería un 10 %, lo que representa al menos 170.000 hectáreas más. Esta proyección se da en un marco de cambios estratégicos por parte de los productores, que buscan minimizar los riesgos agronómicos y económicos que implica seguir apostando al trigo en un contexto tan adverso desde el punto de vista climático.

Otoño, clima, lluvias

Pese a las dificultades generadas por las lluvias, en algunas zonas las sembradoras lograron avanzar. Según la Bolsa rosarina, en la última semana se implantaron 330.000 hectáreas de trigo, lo que representa el 20 % del total previsto para esta campaña, que apunta a alcanzar 1,66 millones de hectáreas. Sin embargo, este avance está 20 puntos porcentuales por debajo del registrado a la misma altura del ciclo anterior, a pesar de que la superficie proyectada es similar.

Las zonas más afectadas por las lluvias recientes son aquellas donde se acumularon más de 300 milímetros. En estos casos, la paralización de las tareas es casi total. “Las complicaciones no son solo por la humedad en los lotes, sino también por el mal estado de los caminos rurales. Este fin de semana se encajaron camiones y hasta una cosechadora”, relataron productores de localidades como Arrecifes y Baradero, en el norte de la provincia de Buenos Aires.

A esta situación se suman otras demoras relacionadas con barbechos que no pudieron realizarse en tiempo y forma, y con la necesidad de esperar los períodos de carencia de algunos herbicidas antes de ingresar con las sembradoras. En los alrededores de Pergamino, también muy castigados por las precipitaciones, el panorama empieza a mejorar lentamente. Aunque el agua ya se retiró de la mayoría de los lotes, el barro sigue impidiendo el avance de las labores.

Trigo, raigras

La BCR sostiene que, si las condiciones meteorológicas de las lluvias se estabilizan, en los próximos dos o tres días podría producirse una reactivación generalizada de la siembra. No obstante, también se baraja la posibilidad de modificar las estrategias productivas, con un cambio de ciclos largos a ciclos cortos en los cultivos de trigo, aprovechando que los perfiles de humedad se recargaron y podrían sostener buenos rendimientos si el clima colabora.

En cuanto al avance regional, el informe de la BCR destaca que el centro-sur de Santa Fe lidera la implantación de trigo, con un 33 % de la superficie ya sembrada. Le siguen el sureste de Córdoba y el extremo sur santafesino, ambos con un avance del 25 %.

Con un clima inestable y una campaña fina que enfrenta obstáculos desde su arranque, los productores se ven obligados a tomar decisiones rápidas, adaptando sus planes a una realidad que, por ahora, ofrece más preguntas que certezas.