Nuevas lluvias vuelven a preocupar en Buenos Aires y ponen en suspenso la campaña fina


Las lluvias acumuladas en la última semana reactivaron los problemas de anegamiento en varias zonas productivas bonaerenses, especialmente en áreas donde los suelos ya estaban saturados. De acuerdo con el último informe de la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), la recurrencia de precipitaciones sobre terrenos con poca capacidad de drenaje está complicando el avance de la campaña fina y demorando tareas clave para el inicio de la siembra gruesa.

Nuevos registros de lluvias y zonas afectadas

Entre el 3 y el 9 de noviembre, el centro del país y el NEA volvieron a recibir lluvias significativas. Bolívar acumuló 74 mm, Trenque Lauquen 54 mm y Azul 49 mm, mientras que en el litoral se destacaron Mercedes (Corrientes, 70 mm) y Victoria (Entre Ríos, 67 mm). Aunque los acumulados no fueron extremos, la saturación previa del suelo amplificó el impacto en los lotes.

La ORA señaló que la situación es especialmente delicada en sectores de la cuenca del Salado, donde los anegamientos se volvieron a hacer visibles en campos bajos. La maquinaria agrícola enfrenta dificultades para ingresar producto de la humedad causada por las lluvias, generando pausas obligadas en labores de fertilización, protección sanitaria y cosecha.

Clima, campo, lluvias, año nuevo, verano 2025, Inundaciones

Efectos sobre los cultivos de invierno

La campaña fina transita semanas decisivas, sobre todo para trigo y cebada, hoy en etapas próximas a cosecha o cierre de ciclo. El exceso de humedad crea condiciones favorables para enfermedades fúngicas, lo que obliga a los productores a ajustar esquemas de tratamiento y monitoreo.

La logística también se ve afectada por las lluvias, ya que los caminos rurales saturados restringen el movimiento de equipos y camiones, lo que podría demorar la recolección. El retraso en la salida del trigo y la cebada limita el espacio disponible para preparar los lotes que deberán recibir soja o maíz temprano.

clima, lluvias, Estados Unidos, ola de calor, marzo, Santiago del Estero, Maiz, sequía, ola de calor, lluvias, verano 2025

Sectores del país que enfrentan el problema inverso

En contraste con Buenos Aires, el oeste de Santiago del Estero, el centro y oeste de Córdoba y áreas de La Pampa muestran niveles bajos de humedad, algunos incluso con condiciones cercanas a sequía. Esta disparidad refleja un marcado desequilibrio hídrico nacional, que podría derivar en diferencias de rendimiento entre zonas y decisiones de manejo agronómico notablemente distintas.

El reporte indica que en gran parte de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes las reservas son adecuadas a altas, aunque en varios puntos ya se observa sobrecarga de agua. La irregularidad del régimen de lluvias condiciona la planificación de la siembra gruesa, cuya ventana óptima empieza a cerrarse.

Pronósticos y alertas para los próximos días

El Servicio Meteorológico Nacional emitió alertas por tormentas intensas para el centro y norte del país durante el 11 y 12 de noviembre. Las áreas bajo vigilancia incluyen centro y oeste bonaerense, sur de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y parte del NEA, lo que podría intensificar los problemas de escurrimiento en suelos saturados.

Lluvias, tormentas, clima, pronóstico, septiembre

En paralelo, se registró un contraste térmico marcado: heladas tardías en la Patagonia y el sur bonaerense, junto con temperaturas superiores a 40°C en zonas del NOA. Para los próximos días, se espera un ambiente cálido y húmedo, combinación que favorece la persistencia del exceso hídrico y potencia riesgos sanitarios en cultivos.

Perspectivas y recomendaciones técnicas

Los especialistas recomiendan evaluar la capacidad de soporte de cada lote antes de avanzar con labores, evitar el tránsito de maquinaria sobre suelos mojados para no deteriorar la estructura del perfil, y continuar con el seguimiento sanitario de cultivos.

La evolución climática de la segunda mitad de noviembre será clave para el inicio de la campaña gruesa 2025/26. Una reducción en las lluvias permitiría recuperar ritmo, mientras que nuevos episodios de precipitación podrían sostener el escenario de demoras, comprometiendo la productividad y los calendarios de siembra.