Más liquidación del agro y baja del dólar: se consolida la calma cambiaria


Tras semanas de tensión financiera, la primera semana de agosto trajo una visible descompresión en el frente cambiario. El dólar paralelo bajó por debajo de los $1.340, el mayorista testeó los $1.330 y los contratos de futuros cerraron con leves bajas. El principal factor detrás de esta calma fue la aceleración en la liquidación del agro, impulsada por retenciones más bajas, un tipo de cambio más alto y mejoras en los precios de la soja.

Según Portfolio Personal Inversiones (PPI), la liquidación diaria del agro saltó de USD 44 millones en los días finales de julio a más de USD 100 millones diarios esta semana: USD 80 millones el viernes, USD 106 millones el lunes y USD 101 millones el martes, lo que aportó mayor oferta de divisas y ayudó a frenar la escalada cambiaria.

Soja: suba del 12% en cuatro ruedas

La mejora de incentivos ya se refleja en el mercado físico. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó que la cotización de la soja subió un 12% en apenas cuatro ruedas, pasando de $345.000 a $385.000 por tonelada tras el anuncio del recorte de retenciones. Incluso ajustando por tipo de cambio, el precio se ubicó USD 10 por tonelada por encima del promedio de la semana anterior.

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Desde la BCR señalaron que si bien los volúmenes operados todavía no se comparan con los de junio, la mejora en precios generó un repunte moderado de la actividad, y las perspectivas de pago para la industria exportadora son más positivas.

Dólar más alto + menos retenciones = mejor ecuación

GMA Capital destacó que la mejora para el productor no solo provino del recorte de alícuotas, sino también de un tipo de cambio más competitivo: “El sector sojero mejoró el precio percibido por tonelada en un 19,2% en apenas un mes, pese a la caída del precio internacional de la oleaginosa”, señaló la consultora.

Este nuevo escenario no solo estimuló la liquidación, sino que también reactivó el interés por instrumentos en pesos, en especial bonos indexados por inflación (CER) o con tasa fija.

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Reaparece el carry y Wall Street toma nota

Desde Adcap Grupo Financiero advirtieron que, junto con los “agro-dólares”, también retornó el interés por el carry trade en pesos. “El tipo de cambio real y las tasas reales subieron con fuerza, lo que generó un punto de entrada atractivo para bonos en pesos”, aseguraron. PPI coincidió en que la relación dólar-tasa es ahora más favorable para hacer carry, en un entorno de mayor calma financiera.

JP Morgan también recomendó recientemente volver a posicionarse en activos en pesos argentinos, destacando que aún reflejan una prima de riesgo considerable frente a otras variables estabilizadas. “El interés por bonos en pesos está creciendo”, remarcó el informe.

Movimientos en el mercado de futuros

Otro factor que ayudó a descomprimir el escenario del dólar fue el comportamiento del mercado de futuros, donde los contratos cerraron con bajas de entre 0,9% y 1,2%, según PPI. Además, se observó una suba atípica del interés abierto en posiciones largas, lo que sugiere posibles intervenciones del BCRA en la curva de futuros para contener expectativas.

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“Más allá del descenso en los rendimientos de las Lecaps, aún se presentarían elevados en términos reales”, explicó el economista Gustavo Ber, quien sostuvo que la expectativa de flujos hacia el carry podría contribuir a sostener un dólar más calmo a corto plazo.

Proyecciones a largo plazo: agro en expansión

Con este nuevo contexto, la Bolsa de Comercio de Rosario proyecta un crecimiento significativo para el agro. Según sus estimaciones, Argentina producirá 172,3 millones de toneladas de granos hacia 2035, con un valor total de producción de USD 50.100 millones. En términos acumulados, se proyecta que el sector aportará USD 28.800 millones adicionales entre las campañas 2025/26 y 2034/35.


La combinación de incentivos fiscales, tipo de cambio competitivo, mayor estabilidad financiera y expectativas más favorables logró, al menos por ahora, frenar la tensión asociada al dólar. El desafío será sostener este equilibrio en un entorno aún frágil y dependiente de flujos externos.