La liquidación de divisas del sector agrícola registra su peor noviembre en una década
La liquidación de divisas del sector agroexportador volvió a desplomarse en noviembre y marcó uno de los niveles más bajos de los últimos diez años. Los exportadores ingresaron apenas U$S 760 millones, una cifra que no solo representa la más baja del año, sino también la menor para un mes de noviembre desde 2015. Esta desaceleración ya se anticipaba tras el fuerte adelanto de divisas ocurrido en septiembre, cuando regía el breve período de retenciones cero.
Durante aquel mes, el sistema agroexportador aprovechó la eliminación temporaria de derechos de exportación y registró más de U$S 7.000 millones en liquidaciones, un volumen excepcional y el segundo más alto de la historia. Ese ingreso masivo de divisas, impulsado por la avalancha de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), generó una base de comparación distorsionada y dejó al mercado con menos operaciones disponibles para el último trimestre del año.
La caída de noviembre y su impacto en el trimestre
El efecto arrastre de septiembre comenzó a sentirse con fuerza en octubre, cuando el sector apenas liquidó U$S 1.117 millones. En noviembre, el derrumbe se profundizó hasta los U$S 759,7 millones, consolidando un trimestre atípico y marcado por la volatilidad propia de los regímenes cambiarios y fiscales aplicados durante el año.
En términos interanuales, la baja fue del 62% respecto de noviembre de 2024, cuando el ingreso de divisas había rondado los U$S 2.000 millones. Incluso en la comparación mensual, la caída del 32% respecto de octubre evidencia un flujo significativamente debilitado. Se trata del peor noviembre desde 2015 y del registro más bajo desde octubre de 2023, cuando el aporte se ubicó en torno de U$S 743 millones.

Desde CIARA-CEC remarcaron que noviembre estuvo marcado por “la ejecución de embarques vinculados al régimen especial del Decreto 682/2025”, que había suspendido temporalmente los derechos de exportación. La liquidación reducida es consecuencia directa de las divisas anticipadas en septiembre, lo que confirma el comportamiento cíclico y adelantado del sector exportador.
Un año que seguirá entre los mejores del siglo
Pese a la desaceleración del último trimestre, el balance anual continúa siendo muy positivo. El acumulado de 2025 alcanza los U$S 30.323 millones, lo que significa un 24% más que el año pasado. Esa cifra posiciona al presente ciclo como el segundo mejor de la historia, superado únicamente por el extraordinario 2022, cuando el agro había liquidado más de U$S 36.700 millones.
Este desempeño anual se explica no solo por la mejora en los precios internacionales de algunos productos, sino también por un mayor volumen de ventas externas y una recomposición productiva tras campañas afectadas por factores climáticos adversos. No obstante, la sobreoferta de divisas concentrada en un mes resalta las distorsiones que generan los incentivos de corto plazo en el comercio exterior.

Qué significa la liquidación de divisas y cómo funciona
Para comprender este fenómeno, resulta clave recordar que la liquidación de divisas es el mecanismo mediante el cual los exportadores ingresan dólares al país y los transforman en pesos para pagar a los productores y continuar operando en el mercado interno. Esta operatoria no se relaciona directamente con la fecha de embarque, sino con la compra anticipada de granos.
En general, los exportadores liquidan con entre 30 y 90 días de anticipación según el tipo de producto: los granos suelen tener menor plazo, mientras que los aceites y harinas proteicas requieren un proceso industrial previo. Por este motivo, las comparaciones mensuales suelen resultar imprecisas, ya que la actividad está condicionada por factores climáticos, logísticos, sindicales y regulatorios, además de la evolución de los precios internacionales.
CIARA-CEC advierte que este carácter estacional y variable implica que no existen retrasos como tales en la liquidación, sino fluctuaciones propias del ciclo comercial. Las modificaciones regulatorias, los feriados, la disponibilidad logística y las barreras arancelarias externas pueden alterar la dinámica habitual y explicar variaciones significativas de un período a otro.
