Lechería en alza: la producción creció un 12% y se acelera la robotización de los tambos

Durante el primer semestre de 2025, la lechería argentina experimentó un crecimiento del 12% en comparación con el mismo período del año anterior. Además del repunte productivo, el Gobierno celebró un avance clave: la incorporación de tecnología en los tambos, especialmente a través de la automatización del ordeñe.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (Sagyp) informó que la suba en los niveles de producción consolida una tendencia positiva que se refleja en toda la cadena láctea, desde el tambo hasta la industria. En paralelo, se destacó la recuperación del stock de vacas lecheras, que aumentó un 5,3% según datos del Senasa.
Una suba del 12% interanual
“La producción de leche presentó un incremento entre enero y junio de 2025, registrando una suba del 12%, comparado con el mismo período del año anterior, y consolidando una tendencia positiva que se refleja en todos los eslabones de la cadena”, remarcó la Sagyp en un comunicado.
Este repunte en la lechería es interpretado por el Gobierno como una señal de fortalecimiento del sector, en parte gracias al acceso a financiamiento, la mejora en los precios relativos y un marcado salto tecnológico que se da en los sistemas de producción.

La revolución tecnológica en los tambos
Uno de los datos más destacados del informe oficial sobre la lechería argentina es el fuerte avance en la tecnificación de los tambos, especialmente en la automatización del ordeñe. Según el relevamiento, el número de robots ordeñadores instalados pasó de 370 en 2023 a más de 550 equipos en la actualidad, lo que refleja una expansión de casi el 50 % en apenas dos años.
Los robots ordeñadores permiten una rutina más eficiente, reducen el estrés del animal y mejoran el control sanitario del rodeo. Además, liberan tiempo para que los productores puedan concentrarse en otras tareas de manejo o planificación.
Junto con esta tendencia, la instalación de sistemas rotativos o calesitas de ordeñe también se duplicó, alcanzando 40 unidades activas en todo el país. Este tipo de tecnología permite ordeñar a gran escala, con mayor velocidad y confort tanto para los animales como para los operarios.

“Estos avances marcan un cambio de paradigma en la lechería argentina, que no solo incrementa sus volúmenes de producción, sino que lo hace con un fuerte anclaje en la innovación tecnológica, el financiamiento, la mejora continua y la competitividad internacional”, destacaron desde la Secretaría.
Eficiencia, bienestar animal y competitividad
La robotización y automatización del ordeñe no solo se traducen en mayor productividad para la lechería argentina, sino también en mejores indicadores de bienestar animal, un factor cada vez más relevante en los mercados internacionales. Las tecnologías aplicadas permiten monitorear en tiempo real el estado de salud de las vacas, su comportamiento y la calidad de la leche.
Además, los sistemas automatizados mejoran la trazabilidad, reducen errores humanos y optimizan el uso de recursos, lo que también tiene un impacto positivo en la sustentabilidad ambiental del sector.

Perspectivas alentadoras para el segundo semestre
Con una base productiva más sólida —impulsada por el crecimiento del rodeo lechero— y una tendencia firme hacia la tecnificación, el Gobierno proyecta un segundo semestre con buenas perspectivas para el sector lácteo. La mejora en los precios internacionales, junto con la apertura de nuevos mercados y la consolidación del consumo interno, podrían reforzar esta etapa de expansión.
Asimismo, se espera que los créditos disponibles para inversión en tecnología, a través de programas provinciales y nacionales, continúen alentando la modernización de tambos medianos y pequeños, permitiendo que la transformación de la lechería argentina no quede limitada a las grandes explotaciones.

Un nuevo horizonte para la lechería argentina
El crecimiento de la producción, acompañado de un salto tecnológico inédito, sugiere que la lechería argentina está ingresando en una nueva etapa, donde la eficiencia, el uso inteligente de datos y la sustentabilidad serán pilares centrales.
Con una mejora en el stock de animales, la incorporación de robots y sistemas inteligentes, y el acompañamiento del Estado en materia de financiamiento y apoyo técnico, la lechería argentina se posiciona para ganar competitividad y valor agregado, tanto a nivel local como en el escenario global.