Milei defiende las retenciones cero y anticipa una futura baja de impuestos

En una reciente entrevista con Antonio Laje en A24, el presidente Javier Milei defendió la medida de retenciones cero a la soja y destacó su impacto positivo para los productores del país, anticipando además posibles escenarios futuros para este impuesto.
La reducción de las retenciones, implementada por el Gobierno, generó un intenso debate en distintos sectores, ya que algunos dirigentes rurales y medios de comunicación cuestionaron que los beneficios se concentraran en un reducido grupo de agroexportadoras. Ante esta crítica, Milei fue contundente: “Falso”, aseguró, refiriéndose a la idea de que solo “cuatro o cinco” empresas se habrían beneficiado de la medida.
Beneficio real para los productores
El Presidente explicó que antes de la eliminación de las retenciones, el precio de la tonelada de soja era de US$ 295, mientras que hoy llega a US$ 350, evidenciando un incremento directo para los productores. “Te das cuenta que sí se beneficiaron los productores”, remarcó Milei, señalando que la medida permitió que quienes cultivan soja recibieran una mayor proporción del valor internacional.

Milei destacó que la dinámica del mercado también cambió: “Las agroexportadoras que registraron Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) por US$ 7.000 millones ahora tienen que salir a comprar, porque no tienen todos los granos. El mejor reflejo es que de US$ 295 la tonelada de soja pasamos a US$ 350”.
El Presidente contrastó además la situación actual con la de la época del kirchnerismo: “Cuando estaba el kirchnerismo, la soja estaba en US$ 600 y el productor recibía US$ 250. Hoy, en Chicago, está a US$ 400 y el productor recibe US$ 350, el precio más alto de los últimos 25 años”. Con estas cifras, Milei subrayó que la medida benefició de manera directa a los productores y no solo a las exportadoras.
Críticas y desinformación
En la entrevista, Milei también se refirió a las críticas provenientes de algunos medios y dirigentes rurales. Aseguró que buscan “sembrar discordia” y cuestionó la motivación política detrás de ciertos planteos. “Los dirigentes y productores que plantearon su rechazo a la medida tienen incentivos políticos para decir cosas que son falsas”, sostuvo.

El Presidente invitó a dialogar con referentes del sector para conocer la realidad del impacto de la medida: “Invitarlo a Juan Pazo y te lo explica a la perfección”, resaltó. De esta manera, Milei buscó mostrar que la implementación de retenciones cero fue positiva y transparente, con beneficios tangibles para quienes trabajan en el campo.
Retenciones y política fiscal hacia el futuro
Consultado sobre el futuro de las retenciones, Milei afirmó: “La idea hacia adelante siempre es bajar impuestos. De hecho, nosotros le hemos bajado 43 cargas al campo de manera directa. Yo odio las retenciones”. El Presidente sostuvo que el impuesto a los ingresos brutos es aún más gravoso, aunque depende de cada provincia.
A nivel nacional, Milei señaló que los dos impuestos más problemáticos son el Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios (antiguo Impuesto al Cheque) y las retenciones. Según el mandatario, mientras la economía crezca y se mantenga el equilibrio fiscal, su Gobierno continuará reduciendo impuestos. “Ya bajamos dos puntos y medio del PBI, reduciendo fuertemente el gasto público y los tributos”, remarcó.

En su plan fiscal, diseñado por el equipo de Toto Caputo, Milei proyecta que, de mantenerse la dinámica actual hasta 2031, se podrían devolver 500.000 millones de dólares a los argentinos mediante bajas de impuestos, más que el total de deuda actual del país. El Presidente recordó que al inicio de su mandato había 450.000 millones de dólares de deuda consolidada, y que en estos 20 meses se ha logrado mantenerla estable, a la vez que se paga deuda adicional.
La defensa de Milei de la medida de retenciones cero y su plan de continuar reduciendo impuestos reflejan una apuesta clara por el sector agroindustrial y por la redistribución de la renta agrícola hacia los productores. Según su visión, mantener bajas cargas impositivas no solo favorece la competitividad internacional, sino que también fortalece los ingresos del productor y el crecimiento económico del país en el largo plazo.