EL IPCVA advierte: sin previsibilidad y sin crecimiento del stock, la ganadería no podrá aprovechar su potencial
El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) cerró el año con un balance moderadamente positivo, pero con una advertencia firme sobre el futuro inmediato del sector. Durante la cena anual de la entidad, su presidente, Georges Breitschmitt, sostuvo que, a pesar de que 2025 fue un buen año para las exportaciones, la ganadería argentina enfrenta un límite estructural que solo se resolverá con políticas estables y previsibilidad a largo plazo.
“La ganadería no es como la agricultura, que en seis meses puede revertir la ecuación. Nuestro sector necesita entre tres y cuatro años para mostrar resultados”, afirmó el titular del IPCVA. Y agregó un mensaje claro para el Estado: “Para avanzar necesitamos previsibilidad y que no cambien las reglas de un día para otro”.
Exportaciones en alza, pero un modelo vulnerable
El desempeño externo de la carne argentina mantiene cifras destacadas, impulsado sobre todo por la demanda de China, que absorbe el 70% de las exportaciones y paga entre 5.000 y 5.400 dólares por tonelada. A su vez, mercados de mayor valor agregado como Europa pagan entre 18.000 y 20.000 dólares, lo que representa una oportunidad atractiva para las empresas y los productores.
Sin embargo, Breitschmitt advirtió que esta estructura deja al país en una situación delicada: la dependencia extrema de un solo comprador. “Tenemos la posibilidad de expandirnos, pero estamos parados sobre un modelo frágil. Podríamos hacer mucho más y mejor calidad si el stock creciera de manera consistente”, remarcó el presidente del IPCVA.

El presidente del IPCVA planteó que el problema central sigue siendo la falta de crecimiento del rodeo nacional, un desafío que se arrastra desde hace años y que impide sostener un aumento significativo de la oferta exportable.
Recuperar el stock: retención, menor faena y mejores índices productivos
Para revertir esta situación, Breitschmitt insistió en que el país necesita iniciar un proceso sostenido de acumulación de stock bovino. “Para ver resultados, primero tenemos que reducir la faena de hembras y empezar a retener. Como en la forestación, hay que plantar para luego crecer y recuperar”, señaló.
La estrategia requiere además mejoras en los índices reproductivos. El titular del IPCVA subrayó la importancia del índice de preñez, la eficiencia de destete y los kilos producidos por animal, parámetros que hoy presentan amplias variaciones entre regiones y sistemas productivos. “Si no mejoramos estos números, no habrá forma de sostener la oferta que demandan los mercados”, afirmó.

Aunque la demanda internacional continúa firme, la producción argentina enfrenta estas limitaciones estructurales que impiden acompañar el ritmo del mercado global.
VISEC y mercados premium: una oportunidad que aún genera dudas
Uno de los temas clave de la cena anual de IPCVA fue la vinculación del sector con los estándares ambientales que exigen los mercados más sofisticados, especialmente Europa. Breitschmitt dedicó parte de su mensaje a aclarar los malentendidos sobre la plataforma VISEC (Visión Sectorial del Gran Chaco).
“Hay mucha confusión entre VISEC grano y VISEC carne. Puntualmente, VISEC carne no certifica; solo organiza y provee la información que exige la reglamentación europea para que el importador, si lo desea y si el consumidor lo paga, pueda certificar”, explicó.

La plataforma, creada en Argentina, no solo busca cumplir con normas regulatorias, sino también posicionar al país como productor sostenible. En foros internacionales recientes fue destacada por anticiparse a desafíos globales en trazabilidad ambiental y social, dos condiciones que cada vez más mercados consideran indispensables para permitir el ingreso de productos.
Un sector con oportunidades, pero limitado sin políticas de largo plazo
El mensaje final del titular de IPCVA combinó optimismo y advertencia. Por un lado, reconoció que la Argentina vive un momento de oportunidades internacionales sin precedentes: alta demanda externa, precios atractivos y mercados diversificados. Por otro lado, alertó que sin políticas que garanticen estabilidad, sin estrategias de sostenibilidad y sin herramientas de transparencia, el crecimiento seguirá condicionado.
La ganadería argentina necesita una coordinación efectiva entre productores, organismos públicos, entidades técnicas y plataformas como VISEC. Solo así —sostuvo— se podrá cumplir con los requisitos globales, ampliar mercados de alto valor y construir un sendero de desarrollo sostenido.
De acuerdo al IPCVA, hasta que el país no logre previsibilidad y un aumento real del stock, el potencial de la carne argentina seguirá dependiendo más de los vaivenes externos que de su verdadera capacidad productiva.
