Tras un inicio con récords de frío, el invierno 2025 se perfila mejor para el campo


Las últimas jornadas de junio trajeron un invierno anticipado e intenso para muchas regiones de Argentina. Un frente polar que barrió el país de sur a norte dejó una estampa poco habitual en muchas provincias: lagunas congeladas en Corrientes y Misiones, nevadas en áreas agrícolas del centro y heladas generalizadas en zonas que no suelen registrar estos fenómenos con tanta intensidad.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) confirmó que, durante la última semana del mes, se registraron récords históricos de temperaturas mínimas y máximas, especialmente en el centro y norte del país. “El frío se hizo sentir especialmente en el centro y norte del país, donde los valores estuvieron por debajo de lo habitual casi todo el mes”, precisó el organismo en un informe compartido a través de la red social X (ex Twitter).

Uno de los casos más extremos del invierno se vivió en el noroeste argentino: en Salta y Jujuy se alcanzaron máximas de apenas 3°C y 5°C, respectivamente, registros que no se veían desde el invierno de 1979. Además, en sectores del sur del país comenzó formalmente la primera ola de frío del año 2025, según el SMN.

Este combo de aire polar provocó un fenómeno climático poco común en regiones subtropicales. En el noreste argentino, lagunas completamente congeladas sorprendieron a productores y vecinos, y algunas zonas rurales de Corrientes y Misiones amanecieron con capas de escarcha visibles incluso en horas del mediodía.

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Un giro en el pronóstico: más templado para lo que resta del invierno

Pese a este inicio inusualmente crudo del invierno, el pronóstico climático trimestral del SMN para julio, agosto y septiembre traza un escenario distinto. Según el informe, es probable que las temperaturas se ubiquen dentro de valores normales o incluso por encima de lo normal en la mayor parte del país durante el resto del invierno.

Más precisamente, se espera una mayor probabilidad de temperatura media normal o superior a la normal en regiones como:

  • NOA (Noroeste argentino)
  • Cuyo
  • Centro del país
  • Sur del Litoral
  • Buenos Aires, La Pampa y gran parte de la Patagonia

Mientras tanto, temperaturas normales serían la tónica para el norte del Litoral, Formosa, Chaco, Santiago del Estero y el este de Salta.

Este pronóstico no implica necesariamente la ausencia de más olas de frío, pero sí sugiere que el comportamiento térmico general no repetiría los extremos registrados al cierre de junio.

Lluvias: disparidad en el mapa climático

En cuanto a las precipitaciones, el panorama también es diverso según la región:

  • Normal o superior a la normal: sur del Litoral y noreste de Buenos Aires.
  • Normal: norte del Litoral, Formosa, Chaco, Santiago del Estero, este de Salta, sudeste de Buenos Aires y sectores del este y sur de la Patagonia.
  • Normal o inferior a la normal: en provincias clave para la producción agrícola como Córdoba, oeste de Santa Fe y el oeste patagónico.
  • Inferior a la normal: hacia el oeste de Cuyo, una zona donde la escasez de lluvias ya viene siendo un factor preocupante.
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¿Qué puede esperar el agro?

El informe es particularmente seguido por los productores agrícolas, que dependen no solo de la temperatura, sino del régimen de lluvias. Las heladas tempranas que se dieron en junio encendieron las alarmas para cultivos sensibles y pasturas, pero el posible repunte térmico traería cierto alivio.

Por el lado de las lluvias, la situación es más incierta. Si bien algunas regiones podrían beneficiarse con niveles de precipitación normales o levemente superiores, las zonas agrícolas del centro-oeste —como Córdoba— podrían seguir sufriendo déficits hídricos, lo que obliga a los productores a planificar con cautela.

En resumen, tras un arranque de invierno marcado por récords y postales inusuales, el clima argentino podría ofrecer un respiro, con temperaturas más amigables y lluvias dentro de los parámetros normales. No obstante, como siempre, la naturaleza se reserva el derecho de sorprender. Y el agro, atento, sigue mirando el cielo.