Inundaciones en Buenos Aires: las medidas ARCA para los afectados en detalle

La crítica situación que atraviesan los productores agropecuarios del centro oeste de Buenos Aires por las inundaciones empieza a encontrar algunas respuestas desde el plano impositivo. Tras gestiones realizadas por la Sociedad Rural Argentina (SRA), la Agencia de Recaudación (ARCA) anunció un paquete de beneficios fiscales que busca dar oxígeno a los campos declarados en emergencia agropecuaria.
La voz de los productores tras las inundaciones de Buenos Aires
La semana pasada, en el marco de la Comisión Directiva Ampliada de la SRA y durante una jornada realizada en la localidad bonaerense de 9 de Julio, se expuso con crudeza la magnitud del problema. Un productor relató que, al igual que muchos de sus colegas, se vio obligado a vender parte de su rodeo en condiciones desventajosas, recibiendo hasta un 35% menos que el valor real de mercado.
La imposibilidad de sostener la producción, con campos bajo agua y dificultades logísticas para mantener la actividad, puso sobre la mesa la necesidad de medidas urgentes. A partir de esos testimonios, la conducción de la SRA elevó un pedido formal al titular de ARCA, Juan Pazo, reclamando instrumentos fiscales que ayuden a mitigar el impacto de la crisis climática.

El alivio impositivo: exención en Ganancias y planes de pago
Como respuesta, ARCA confirmó la implementación de una serie de medidas específicas. La principal es la exención en el impuesto a las Ganancias para los productores que debieron realizar ventas forzosas de hacienda, un mecanismo pensado para evitar que quienes se vieron obligados a desprenderse de animales por la falta de condiciones productivas sean castigados con una mayor carga impositiva.
Además, los productores alcanzados por la emergencia o desastre agropecuario podrán acceder a planes especiales de financiación de hasta 48 cuotas, con la posibilidad de incluir en ellos obligaciones vencidas hasta el final del período de emergencia. La resolución contempla también que los afectados cuenten con hasta 12 meses después de la finalización de la emergencia para presentar sus solicitudes, lo que extiende el margen de acceso a los beneficios.
Complemento a la emergencia declarada por Economía
La iniciativa de ARCA se enmarca en las disposiciones anunciadas previamente por el Ministerio de Economía, que declaró la emergencia agropecuaria en los partidos más afectados de la provincia de Buenos Aires. Esa declaración habilitó un marco legal para la implementación de beneficios, pero su alcance dependía de la reglamentación específica de los organismos recaudadores.

De este modo, la medida de ARCA aparece como un complemento clave para hacer efectiva la asistencia. Si bien no resuelve de fondo la crisis que atraviesan los productores, otorga herramientas para administrar de mejor manera las obligaciones tributarias en un momento en que la liquidez es escasa y las pérdidas productivas se acumulan.
Desde la SRA destacaron la decisión, aunque remarcaron que se trata de un alivio parcial frente a la magnitud de la crisis. Los dirigentes rurales valoraron que se haya atendido un reclamo concreto del sector, pero advirtieron que será necesario avanzar en otras medidas de apoyo productivo y financiero para garantizar la continuidad de las explotaciones agropecuarias más afectadas.
Los productores de la región, en tanto, esperan que los beneficios fiscales permitan al menos contener las consecuencias inmediatas, mientras aguardan una mejora de las condiciones climáticas que facilite la recuperación.

Un desafío recurrente
Las inundaciones en el centro oeste bonaerense reavivan un problema estructural: la vulnerabilidad de la producción agropecuaria frente a los fenómenos climáticos extremos. En ese sentido, especialistas advierten que será necesario reforzar las políticas de infraestructura y gestión del agua, además de articular mecanismos de seguros y coberturas más eficaces para reducir el impacto de estos eventos en la economía rural.
Mientras tanto, el alivio fiscal implementado por ARCA constituye un paso concreto en la búsqueda de soluciones de corto plazo. El verdadero desafío será transformar estas respuestas coyunturales en políticas sostenidas que permitan a los productores enfrentar con mayor resiliencia los vaivenes del clima y sostener la producción en una de las regiones más dinámicas del agro argentino.