Reforma del INTA, en la mira: Diputados rechazó el decreto de Milei

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) quedó en el centro de la disputa política entre el Congreso y el Poder Ejecutivo, luego de que la Cámara de Diputados rechazara el decreto 462/2025, impulsado por el presidente Javier Milei, que proponía una reforma estructural del organismo. La decisión legislativa, que superó los dos tercios necesarios, podría frenar la implementación de los cambios, aunque el Gobierno ya anticipó que podría judicializar el tema si el Senado también lo rechaza.
Los cambios impulsados por el Gobierno
El decreto, firmado en julio, eliminaba el modelo de cogobierno histórico del INTA, conformado por representantes del sector público, privado y científico, y transformaba al organismo en una dependencia directa de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. Según el Gobierno, la reforma tenía como objetivo “reducir estructuras ineficientes” y “mejorar la coordinación del aparato estatal vinculado al agro”.
Sin embargo, la iniciativa fue duramente cuestionada por sectores de la oposición, organizaciones científicas, trabajadores del INTA y entidades vinculadas al agro. La preocupación principal radica en que la medida podría poner en riesgo la independencia técnica del organismo y su histórica capacidad de articulación con territorios productivos a lo largo del país.

La sesión en el Congreso
En una sesión maratónica que abordó múltiples temas, los diputados se pronunciaron sobre el decreto hacia el final de la jornada. Con 141 votos afirmativos, 65 negativos y una abstención, la Cámara Baja rechazó el DNU por una mayoría agravada, tal como establece la Constitución Nacional para revertir decisiones del Poder Ejecutivo.
La Fundación Barbechando, que sigue de cerca los temas agropecuarios en el Congreso, explicó el proceso en curso: “¿Qué pasa ahora? El proyecto pasa al Senado para su tratamiento. ¿Qué significa en la práctica? De avanzar en el Senado y rechazarse (es una cámara con mayoría opositora) queda firme su rechazo, aunque el Gobierno adelantó que, en caso de que eso suceda, irá por la judicialización”.

Un escenario adverso para el oficialismo
El escenario en la Cámara Alta se presenta adverso para el oficialismo. Si el Senado también rechaza el decreto por dos tercios de los votos, la reforma del INTA quedará definitivamente anulada. Pero la advertencia del Gobierno sobre una posible judicialización suma tensión institucional e incertidumbre jurídica sobre el futuro del organismo.
En paralelo, crecen las inquietudes entre los trabajadores del INTA, cuyas actividades técnicas, investigaciones y proyectos de extensión en el territorio podrían verse afectados por la indefinición. “Hay desconcierto total. No sabemos si seguirán los convenios, los programas, ni cómo se organizará el trabajo en los próximos meses”, señaló un técnico de una estación experimental del norte argentino.

Distintas miradas sobre el INTA
Desde el oficialismo, defienden la medida impulsada por el presidente Javier Milei: “No estamos cerrando el INTA, lo estamos modernizando. Hay estructuras que se duplican y eso hay que corregirlo”. En cambio, desde la oposición la mirada es completamente diferente: “El decreto vulnera la esencia del INTA, su participación federal y su mirada técnica. Esto no es una mejora, es un vaciamiento”.
El caso del INTA se suma a una lista creciente de conflictos entre el Congreso y el Ejecutivo por el uso de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) como herramienta para implementar reformas estructurales, sin el paso legislativo tradicional. Por eso, el objetivo del ejecutivo en las próximas elecciones pasa por alcanzar la mayoría en ambas cámaras.
A la espera de lo que ocurra en el Senado, el INTA —con más de 60 años de historia al servicio de la investigación y el desarrollo agropecuario— permanece en una situación de alta vulnerabilidad institucional, en medio de una puja de poderes que va mucho más allá de lo técnico.