Infraestructura: el Gobierno acelera el Belgrano Cargas y la hidrovía


La infraestructura logística se posiciona como un eje clave para potenciar el agro argentino y durante el AmCham Agribusiness Forum, funcionarios del Gobierno detallaron los avances y proyectos vinculados al Belgrano Cargas y la hidrovía Paraná-Paraguay, dos elementos estratégicos para mejorar la competitividad de los productos de exportación.

La urgencia de modernizar la hidrovía y los accesos a puertos

Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC y miembro del Consejo Agroindustrial Argentino, utilizó metáforas contundentes para describir la situación actual. “La hidrovía hoy es como un Acceso Norte, pero de mano y contramano. Hace 30 años servía, hoy necesitamos una hidrovía que tenga 10 manos”, afirmó de acuerdo a Infocampo, refiriéndose a la saturación del canal fluvial que transporta gran parte de los granos argentinos hacia los mercados internacionales.

Sobre los puertos del Gran Rosario, donde se concentra el 80% de las exportaciones, Idígoras señaló que los accesos están deteriorados. “Son territorios de batalla de Ucrania bombardeados por los rusos; no hay drones, pero sí falta de mantenimiento”, graficó durante el panel organizado por AmCham.

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El funcionario destacó además que la infraestructura no solo impacta en economía, sino también en el aspecto ambiental: si el 90% del transporte es por camión, gran parte de la reducción de la huella de carbono que logre el productor se pierde. “La infraestructura es hoy una condición para abrir y mantener mercados en el mundo a nivel ambiental”, resumió.

Transporte ferroviario: eficiencia y ahorro

Idígoras recordó que, de las 100 millones de toneladas que se transportan anualmente, solo 15 millones se mueven por tren, a pesar de que es el sistema más eficiente económicamente. Cada tonelada transportada por ferrocarril permite al productor ahorrar entre 10 y 15 dólares. Por ello, recuperar y ampliar el transporte ferroviario se vuelve un objetivo estratégico.

“Las inversiones en infraestructura son de largo plazo. Invertir en el Belgrano Cargas es fenomenal, pero se necesita un repago de 30 o 40 años”, afirmó, y destacó que las provincias deben participar activamente, citando el ejemplo de Santa Fe, que desarrolló obras portuarias con participación privada y financiamiento internacional.

Belgrano Cargas, trenes

Lo que viene en el Belgrano Cargas

Luciano Masnú, de la Agencia de Transformación Empresas Públicas, detalló que la licitación del Belgrano Cargas y del ferrocarril San Martín se lanzará antes de fin de año, con contratos “blindados” e irreversibles. La concesión del Belgrano será por 50 años, con subasta del material rodante para financiar las obras de infraestructura.

“El objetivo es facilitar el ingreso de privados para duplicar el volumen de cargas”, explicó Masnú, y agregó que actualmente la baja densidad de cargas impide inversiones sostenibles, generando un círculo vicioso que la concesión busca romper.

La hidrovía: un paso firme hacia la privatización

Gastón Benvenuto, interventor de la Administración General de Puertos, recordó que la gestión actual heredó un mantenimiento con “una ecuación económica totalmente desequilibrada”. Tras la frustrada primera licitación del año, se iniciaron Mesas de Diálogo con usuarios y actores relevantes para consensuar calados, tarifas y secciones.

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El avance más reciente se dio con la publicación en el Boletín Oficial del llamado a audiencia pública para el 3 de noviembre, donde actores políticos y sector privado podrán aportar sugerencias y reparos sobre el futuro de la hidrovía.

Infraestructura estratégica para el futuro del agro

Las declaraciones en el AmCham Agribusiness Forum reflejan un consenso sobre la urgencia de modernizar la logística agroindustrial. La combinación de hidrovía, puertos, rutas y trenes se presenta como fundamental para que el agro argentino mantenga su liderazgo global, reduzca costos y mejore su competitividad en los mercados internacionales.

Con licitaciones avanzadas y una agenda de largo plazo, el Gobierno busca asegurar que la infraestructura deje de ser un cuello de botella y se convierta en un motor de crecimiento sostenible para el sector.