Independiente apuntó a U. de Chile y defiende su postura ante Conmebol

La atención del fútbol sudamericano está centrada en la decisión que tomará la Conmebol tras los graves hechos de violencia que derivaron en la cancelación del partido de vuelta de octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile. A horas de presentar el descargo formal ante el organismo sudamericano, el presidente del Rojo, Néstor Grindetti, brindó una conferencia de prensa donde detalló los argumentos que sustentan la defensa del club y apuntó directamente a la parcialidad y dirigencia chilena.
Condena a la violencia y defensa del club
“Como Comisión Directiva, y en la responsabilidad que se nos concedió para representar los intereses del club por encima de todo, queremos empezar condenando la violencia en todas sus formas, sin importar de dónde ni de quién provenga”, señaló Grindetti, acompañado por el Secretario General, Daniel Seoane, y el Vicepresidente 1°, Carlos Montaña.
El presidente de Independiente remarcó que el informe enviado a Conmebol incluye archivos, alegatos y pruebas para demostrar que Independiente no fue responsable de los hechos, sino víctima de un grupo de delincuentes que ingresó con el único objetivo de generar incidentes. “No permitiremos que se confunda a la opinión pública sobre lo que realmente pasó”, subrayó.
Hechos de violencia premeditados
Según detalló Grindetti, los incidentes comenzaron antes del inicio del partido, con los hinchas de Universidad de Chile en la Tribuna Pavoni Alta destruyendo cámaras de seguridad, provocando incendios y lanzando objetos contra los espectadores de Independiente durante más de cuatro horas. A esto se sumó el uso de bombas de estruendo y armas blancas, lo que evidencia, según el dirigente, que no se trató de desmanes improvisados, sino de un plan de violencia premeditado.
El dirigente argentino explicó que la hinchada visitante había sido ubicada en una tribuna con aforo reducido y que el club había implementado todas las medidas de seguridad exigidas por Conmebol: 650 efectivos policiales, 150 agentes de seguridad privada, 14 funcionarios de Aprevide, 45 móviles operativos y 12 unidades de terapia intensiva móvil, entre otras medidas. A pesar de esto, los hechos se desataron y derivaron en la suspensión del encuentro.

Responsabilidad y acciones de Independiente
Grindetti enfatizó que, si bien el Reglamento de Conmebol asigna al club organizador la responsabilidad del evento, esto no significa que Independiente sea responsable de los ataques de la parcialidad visitante. “El partido se canceló exclusivamente por la violencia de la hinchada de Universidad de Chile, como acreditan los informes del árbitro, del delegado de Conmebol y de las fuerzas de seguridad”, indicó.
Tras la evacuación parcial de la tribuna visitante, se produjeron algunos incidentes protagonizados por un pequeño grupo de barras locales, los cuales fueron repudiados por la dirigencia. “No podemos decir lo mismo de la Universidad de Chile y sus dirigentes: eligieron encubrir a sus hinchas y culpar a otros”, sostuvo Grindetti.
El club informó que se han recibido más de 700 testimonios de socios e hinchas, de los cuales más de 300 reportaron lesiones. Además, se ordenaron ocho detenciones y allanamientos relacionados con los hechos. Grindetti destacó que Independiente continúa acompañando a cada uno de los afectados mediante asesoramiento legal y contención profesional.

El presidente recordó que la hinchada chilena ya había protagonizado incidentes en torneos recientes y que la ANFP había notificado previamente sobre actos de violencia, como el uso de fuegos de artificio y bombas de estruendo en partidos locales. Además, Universidad de Chile carga con dos sanciones previas de Conmebol por incidentes en compromisos internacionales.
Conmebol, el próximo paso
Independiente confía en que Conmebol analizará el descargo con detenimiento y aplicará sanciones justas y proporcionales a los hechos. La dirigencia enfatiza que el club cumplió con todas las obligaciones de seguridad y que seguirá trabajando con las autoridades para que cada responsable sea identificado y sancionado, buscando que este tipo de episodios no se repitan en el fútbol sudamericano.