Independiente perdió 2-0 con Lanús y profundizó su crisis: sin ganar y último en la Zona B

Independiente sigue sin ganar y atraviesa uno de los peores momentos de su historia reciente. En el Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini de Avellaneda, cayó 2-0 ante Lanús por la fecha 12 del Torneo Clausura y extendió a 13 partidos su racha sin victorias, quedando último en la Zona B y fuera de los puestos de clasificación a las copas internacionales. Los goles del Granate fueron obra de Walter Bou y Rodrigo Castillo, mientras que Santiago Montiel vio la tarjeta roja sobre el final del encuentro.
El equipo de Avellaneda, dirigido por Gustavo Quinteros, volvió a mostrar una imagen deslucida, con falencias en defensa, falta de eficacia en ataque y un clima cada vez más tenso en las tribunas. La derrota no solo agrava su presente deportivo, sino que profundiza una crisis institucional y anímica que parece no tener fin.
Un arranque con chances desperdiciadas
Independiente comenzó el partido con cierta ambición y tuvo una oportunidad inmejorable a los 10 minutos. Ignacio Pusetto desbordó por la derecha, se metió al área y asistió a Santiago Montiel, que definió apresurado y desviado ante la salida de Nahuel Losada. Fue la primera señal de que la noche no sería sencilla para los locales.

Lanús, que venía de una victoria importante en casa, aprovechó la primera desatención del fondo rival para abrir el marcador a los 22 minutos. Una grave desinteligencia entre Federico Vera y Rodrigo Rey dejó la pelota servida a Walter Bou, quien solo tuvo que empujarla al gol. El tanto silenció al estadio y llenó de nerviosismo al conjunto de Avellaneda, que volvió a exhibir los problemas defensivos que lo vienen castigando durante todo el torneo.
A partir de allí, el Granate manejó los tiempos con calma y apostó al contragolpe. Independiente intentó reaccionar, pero su juego careció de precisión y profundidad. El equipo mostró voluntad, aunque se repitió en centros frontales sin destino y careció de ideas para vulnerar a una defensa bien plantada.
El travesaño, el otro rival del Rojo
En el complemento, Independiente salió decidido a empatar. Antes de los 10 minutos, tuvo dos ocasiones claras. En la más peligrosa, Sebastián Valdez conectó de cabeza un centro desde la derecha, obligando a Losada a una gran intervención. Poco después, una serie de rebotes dentro del área terminó con la pelota rebotando en el travesaño, ahogando el grito de gol de los hinchas.
El local siguió insistiendo. Leonardo Godoy también probó con un potente remate desde la puerta del área, pero nuevamente el travesaño le negó el empate. Fue un tramo en el que Independiente mereció al menos la igualdad, aunque la falta de puntería y la mala fortuna lo condenaron.
A los 35 minutos del segundo tiempo, la frustración se transformó en enojo cuando Santiago Montiel fue expulsado tras recibir su segunda tarjeta amarilla por una falta en la mitad de la cancha. Con un jugador menos y el ánimo por el piso, el equipo se desmoronó.

Lanús lo liquidó y el malestar se hizo sentir
Ya en el cierre del encuentro, Rodrigo Castillo apareció dentro del área chica para conectar de cabeza un centro preciso y decretar el 2-0 definitivo. El tanto selló la victoria del Granate y desató una nueva ola de reproches desde las tribunas. Los hinchas despidieron al equipo con silbidos y cánticos de descontento, reflejando la profunda crisis futbolística que atraviesa el club.
Con esta derrota, Independiente continúa sin ganar en el Torneo Clausura, ocupa el último puesto de la Zona B y se aleja cada vez más de la clasificación a las copas internacionales. Lanús, en cambio, alcanzó una importante victoria que lo mantiene expectante en la pelea por un lugar en la Copa Sudamericana.
El panorama para el Rojo no ofrece alivio inmediato. En la próxima fecha, Independiente visitará a San Martín de San Juan el domingo 19 de octubre, en un partido clave para intentar cortar la racha negativa. Por su parte, Lanús recibirá a Godoy Cruz en La Fortaleza, buscando seguir con su buen momento.