El Gobierno oficializó la baja de retenciones para el campo y promete avanzar hacia su eliminación

El Gobierno nacional formalizó este jueves la baja de retenciones para diversas cadenas agroindustriales, entre ellas la soja, la carne vacuna, el maíz, el sorgo y el girasol. La medida, anunciada por el presidente Javier Milei durante la inauguración de la 137° Exposición Rural de Palermo, fue instrumentada a través del Decreto 525/2025, publicado en el Boletín Oficial, y representa un nuevo paso en la política de desregulación económica y estímulo a las exportaciones del sector.
El detalle de la reducción de retenciones
En términos concretos, las alícuotas bajan de manera permanente en los siguientes productos: carne vacuna y aviar (del 6,75% al 5%), maíz (del 12% al 9,5%), sorgo (del 12% al 9,5%), girasol (del 7,5% al 5,5%), soja (del 33% al 26%) y subproductos de soja (del 31% al 24,5%). Se trata de una reducción significativa, en especial para el complejo sojero, que había sido objeto de críticas históricas por parte del campo por soportar una de las cargas impositivas más elevadas del país.

Según argumentó el Ejecutivo, la decisión busca “continuar creando condiciones favorables para la producción y el comercio exterior”, además de fortalecer “la estabilidad macroeconómica” y dotar de “mayor competitividad” a uno de los sectores más dinámicos de la economía argentina. En el texto del decreto, también se remarca que “los derechos de exportación son un impuesto distorsivo que debe eliminarse”, y que su reducción progresiva se hará “en la medida en que lo permita el superávit fiscal”.
Desde la asunción del nuevo gobierno, las retenciones habían sido foco de debate dentro del gabinete económico, y motivo de tensión con gobernadores del interior. Sin embargo, Milei ratificó su compromiso de avanzar hacia una “Argentina sin retenciones” durante su discurso en La Rural, donde fue aplaudido por dirigentes agroindustriales. “Mientras yo sea presidente, estas rebajas se mantendrán”, aseguró el mandatario.

Los fundamentos del decreto hacen referencia a los resultados positivos que tuvo la eliminación de retenciones en productos regionales, lácteos y porcinos, aplicada en etapas previas. De acuerdo con cifras oficiales, durante el año 2024 las exportaciones agroindustriales crecieron un 56% en volumen y un 26% en valor. Además, el volumen exportado de trigo aumentó un 29% hasta junio de este año, el de girasol un 26%, y los de maíz y aceite de soja, un 4%.

En paralelo, el Gobierno señaló que seguirá trabajando en una agenda de “simplificación, desburocratización y apertura de mercados”, con el objetivo de dinamizar las cadenas de valor agropecuarias. La medida fue bien recibida por las entidades rurales, aunque algunas plantearon que aún es necesario avanzar con la eliminación total de los derechos de exportación, especialmente para las economías regionales.
En un contexto de recuperación de las cosechas tras la sequía de 2023, y con mejores precios internacionales, el campo ve con buenos ojos esta política, aunque persisten los desafíos vinculados al tipo de cambio, la inflación y el financiamiento. En los próximos meses, la evolución de las cuentas fiscales será clave para determinar si el Gobierno puede continuar con su plan de baja impositiva.
Así, el decreto 525/2025 marca un nuevo hito en la relación entre el Gobierno libertario y el sector agroindustrial, que vuelve a posicionarse como un actor clave para la generación de divisas en un momento en que el país busca consolidar la estabilidad macroeconómica.