Precios altos y cosecha récord: el dilema del girasol en Argentina


El mercado de girasol argentino enfrenta un escenario de contrastes: mientras los precios internacionales registran máximos históricos, la producción local alcanzará niveles récord, generando un dilema sobre cómo se comportarán los valores en los próximos meses. Este contexto plantea un desafío tanto para los productores como para los exportadores, que deberán equilibrar la oportunidad de aprovechar los precios internacionales con la presión que ejercerá una cosecha excepcionalmente abundante.

En los últimos meses, el precio del girasol en los mercados internacionales subió con fuerza, superando los valores históricos del cierre del año pasado y desfasándose respecto del aceite de soja y de palma, sus principales competidores. Esta suba se encuentra sostenida por varios factores, entre ellos un consumo global de biocombustibles en aumento, que incrementa la demanda de aceites vegetales, y una hoja de balance ajustada a nivel mundial, que limita la oferta disponible.

Producción mundial afectada: Mar Negro como epicentro

Una de las principales razones del incremento de precios internacionales es la caída productiva en la región del Mar Negro. Ucrania, que esperaba producir cerca de 14,5 millones de toneladas, verá su cosecha reducida a apenas 10 millones de toneladas, lo que representa la peor campaña en casi una década. Por su parte, Rusia tampoco logró compensar la baja productiva, debido a que las abundantes lluvias retrasaron las labores y afectaron los cultivos.

Este déficit en la producción del hemisferio norte ha colocado a Argentina como un jugador central en las exportaciones de aceite de girasol, con volúmenes prácticamente duplicando el promedio exportado en la última década. El país se beneficia así de la situación internacional, logrando precios FOB por encima de los 1200 dólares por tonelada de aceite de girasol en bruto, superiores a los registrados en el último trimestre del año pasado.

Aceite de Girasol, Argentina

Cosecha récord local y presión sobre el mercado

Sin embargo, la realidad argentina introduce una variable que podría limitar el impacto alcista de los precios. Este año, el país apunta a una producción histórica de 5,8 millones de toneladas, cifra que nunca se había alcanzado. El noreste argentino (NEA) destaca con un crecimiento superior al 200% en el área sembrada, adelantando incluso el ingreso de granos al mercado.

Para fines de enero, se espera que se hayan levantado cerca de 1,2 millones de toneladas de girasol, cuando habitualmente los ingresos rondan las 300 mil toneladas. Esta presión de cosecha anticipada podría generar un efecto contrario sobre los precios internos, moderando las subas internacionales y equilibrando el mercado local.

Los productores enfrentan, entonces, un dilema estratégico: vender en un contexto de precios internacionales elevados o esperar, mientras la abundancia local podría reducir los márgenes. La balanza entre la escasez internacional y la abundancia doméstica determinará la tendencia de los valores en los próximos meses.

Girasol, siembra, oleaginosas

Tendencia futura: entre fundamentos internacionales y oferta local

El mercado se encuentra en una puja entre fundamentos alcistas y la presión de la cosecha. Por un lado, los precios internacionales sostienen al aceite de girasol, mientras que la producción récord de Argentina podría ejercer un efecto correctivo sobre los valores internos. Este contraste marcará la tendencia de las próximas semanas, especialmente durante el ingreso masivo de la cosecha al mercado.

Analistas del sector señalan que la situación es inusual: nunca antes el país había enfrentado simultáneamente precios internacionales tan altos y una cosecha local tan abundante. La capacidad de exportar aceite mientras se gestiona la presión de la oferta doméstica será clave para que los productores y comercializadores aprovechen al máximo el contexto del girasol.

En conclusión, la tendencia del girasol en Argentina dependerá de la interacción entre los precios internacionales y la cosecha récord local. Mientras el mundo necesita abastecimiento y mantiene los valores al alza, la abundancia interna podría moderar los precios internos, dejando a productores y exportadores ante un escenario complejo pero lleno de oportunidades.