Entre Ríos refuerza medidas para frenar el avance de la garrapata bovina
Entre Ríos enfrenta uno de los momentos sanitarios más complejos de los últimos años debido al fuerte avance de la garrapata bovina, un parásito que se ha expandido con inusual rapidez en 2025 y que desencadena la conocida tristeza bovina. En este contexto, y con la participación del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), se realizó una nueva reunión de la Comisión Provincial de Sanidad Animal (COPROSA) con el objetivo de profundizar estrategias para contener el avance del flagelo.
Como respuesta inmediata, se creó la Mesa Técnica Provincial de Tristeza Bovina, un espacio destinado a coordinar acciones de prevención, control sanitario y capacitación técnica. El avance de la garrapata bovina no solo amenaza la salud del rodeo entrerriano, sino que también provoca pérdidas económicas significativas, lo que aceleró la necesidad de una planificación conjunta entre los sectores público y privado.
El encuentro tuvo lugar en el predio ferial de la Sociedad Rural de Villaguay, donde más de un centenar de veterinarios y productores participaron de una jornada de trabajo y actualización técnica. Allí se destacó la importancia de redoblar esfuerzos preventivos ante un escenario sanitario que, según especialistas, “no admite demoras”.

Trabajo articulado para enfrentar un problema creciente
La conformación de la mesa técnica es un paso clave para Entre Ríos, ya que reúne a instituciones fundamentales de la cadena agropecuaria. Además del SENASA, participan el Colegio de Médicos Veterinarios de Entre Ríos, las federaciones FARER, FAA y FEDECO, la Sociedad Rural Argentina (SRA) y el INTA, entre otras entidades.
La articulación interinstitucional fue uno de los puntos más remarcados durante la jornada, ya que el avance de la garrapata bovina requiere respuestas coordinadas en toda la provincia. Según los organizadores, la meta principal es unificar criterios de trabajo, establecer protocolos y potenciar las herramientas que ya se vienen utilizando en el territorio entrerriano.
Desde SENASA, técnicos especializados expusieron sobre la importancia de reforzar las acciones de capacitación, tanto para profesionales como para los propios productores. El manejo sanitario de la garrapata bovina exige una detección temprana, un plan de vacunación adecuado y un monitoreo permanente, señalaron los especialistas presentes en Villaguay.

Una enfermedad que provoca grandes pérdidas
La tristeza bovina, cuyo agente transmisor es la garrapata Rhipicephalus microplus, representa uno de los principales desafíos sanitarios para el sector ganadero. Se trata de una enfermedad causada por Babesia bovis, Babesia bigemina y Anaplasma marginale, microorganismos que afectan directamente los glóbulos rojos del animal.
Los síntomas más frecuentes de la garrapata bovina incluyen anemia, fiebre, debilidad, deterioro progresivo y pérdida de peso, lo que impacta en la productividad y en el estado general del rodeo. En casos severos, puede provocar abortos y muerte, generando un costo sanitario y económico difícil de afrontar para los productores.
El avance del parásito también incrementa los gastos de tratamiento, reduce los índices reproductivos y afecta el rendimiento general de la hacienda. Por eso, las entidades del sector reclaman desde hace tiempo una estrategia más fuerte y sostenida, especialmente en Entre Ríos, donde la incidencia de casos de garrapata bovina ha crecido de manera alarmante.

Hacia un manejo integral de prevención y control
El objetivo de la nueva Mesa Técnica es promover un enfoque integral, que combine control químico de garrapatas, inmunización adecuada, diagnóstico precoz y monitoreo clínico constante. Los especialistas remarcaron que no existe una única herramienta capaz de resolver el problema, sino un conjunto coordinado de prácticas que deben aplicarse de manera sostenida.
Durante el encuentro, los profesionales coincidieron en la necesidad de avanzar en nuevas instancias de capacitación, especialmente para reforzar el diagnóstico temprano y las medidas de manejo predial de la garrapata bovina. También destacaron que cada establecimiento debe incorporar protocolos adaptados a su realidad productiva, ya que la presencia del parásito no se manifiesta de igual manera en todo el territorio.
