Ganadería: Senasa habilitó el uso de bitrenes para el transporte de hacienda

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) introdujo cambios significativos para la ganadería en la regulación del transporte de animales vivos y productos de origen animal en Argentina. A través de la Resolución 723/2025, publicada en el Boletín Oficial, el organismo busca modernizar y agilizar las habilitaciones, incorporando nuevos vehículos y modalidades que refuerzan un eslabón clave de la cadena agroproductiva.
Bitrenes y nuevas modalidades de transporte
La principal novedad es la incorporación de los bitrenes, vehículos articulados con mayor capacidad de carga que permitirán trasladar un número considerable de animales en condiciones seguras y bajo supervisión sanitaria. Esta opción, hasta ahora no contemplada en la normativa, representa un salto en eficiencia logística, al reducir costos de transporte y optimizar los tiempos de traslado.
Además, el nuevo marco normativo contempla la posibilidad de habilitar unidades cuya infraestructura no estuviera prevista en las disposiciones anteriores, siempre que resulten funcionales y adaptadas a las necesidades de cada especie. De esta forma, se amplía el abanico de alternativas para transportistas y productores, promoviendo la adecuación tecnológica sin perder de vista las exigencias sanitarias.

Transporte multiespecie y mayor flexibilidad
Otra innovación destacada es la autorización del uso de malla cuadriculada para porcinos, lo que habilita transportes “multiespecie”. Esta flexibilidad permite que un mismo vehículo pueda ser utilizado para diferentes categorías de animales, optimizando recursos y reduciendo la necesidad de contar con unidades exclusivas para cada tipo de producción.
La resolución también exceptúa de la habilitación sanitaria a ciertos transportes que movilicen especies de menor riesgo sanitario, como abejas, productos apícolas, aves ornamentales, ejemplares de exposición y peces ornamentales. Con esta medida, Senasa busca aligerar trámites innecesarios y concentrar recursos de control en aquellas actividades que representan mayor impacto sanitario y económico.
El nuevo esquema establece la creación de una habilitación provisoria por 90 días para transportes que inicialmente no cumplan con todos los requisitos exigidos. Durante ese período, los responsables deberán realizar las modificaciones necesarias para obtener la tarjeta definitiva. Este mecanismo otorga una ventana de tiempo razonable para la adecuación de las unidades, evitando paralizar la operatoria mientras se avanza en la regularización.

Certificación oficial para fabricantes
Un punto clave de la resolución es la implementación del Programa de Certificación Sanitaria Oficial de Fabricación de Vehículos, orientado a los fabricantes que busquen homologar sus diseños ante el Senasa antes de su comercialización.
Esta certificación tendrá una validez de cinco años para cada modelo de transporte 0 km y quedará sujeta a la supervisión y auditoría periódica del organismo. El objetivo es garantizar que las unidades que salen al mercado ya cuenten con el aval sanitario correspondiente, brindando seguridad a transportistas y productores y evitando posteriores ajustes costosos.
Un marco alineado con estándares internacionales
Con estas modificaciones, Senasa no solo actualiza normativas que habían quedado desfasadas, sino que también busca alinear la regulación argentina con los estándares internacionales más exigentes en materia de sanidad y bienestar animal. La medida refuerza los controles, mejora la trazabilidad y asegura la inocuidad de los productos transportados, factores claves para sostener la competitividad en los mercados globales.

La incorporación de bitrenes y la mayor flexibilidad en las habilitaciones se traducirán en una logística más eficiente, capaz de reducir costos y tiempos en un país de grandes distancias como Argentina. Al mismo tiempo, la certificación oficial para fabricantes podría impulsar la innovación en el diseño de unidades más modernas, seguras y adaptadas a las distintas producciones.
Desde el sector productivo, se espera que estas medidas otorguen previsibilidad y mejoren las condiciones para el transporte de hacienda, un componente central en la rentabilidad de las explotaciones ganaderas.
En un contexto de creciente demanda internacional de carnes y productos de origen animal, la actualización normativa del Senasa aparece como una herramienta clave para fortalecer la competitividad del agro argentino y garantizar estándares que abran nuevas oportunidades comerciales en el exterior.