La ganadería: el llamativo modelo mixto con riego y semillas híbridas


Presentaron un nuevo proyecto para la ganadería en el corazón productivo de la provincia de Buenos Aires, la empresa Don Modesto S.A., integrante del grupo CREA San Eloy – Piñeyro. Desarrollaron un esquema productivo innovador y flexible que combina el uso eficiente del riego con la producción de semillas híbridas de maíz y girasol, e integra un sistema ganadero de invernada adaptado campaña a campaña. Esta estrategia no solo optimiza recursos, sino que permite maximizar la rentabilidad en cada ciclo productivo.

El modelo mixto que sorprende a la ganadería

Ubicada en Coronel Suárez, la firma cuenta con 2000 hectáreas propias. Su transformación comenzó en 2008, luego de una profunda crisis climática y política que obligó a sus propietarios a replantear el modelo tradicional de ganadería. “Tuvimos que descapitalizarnos para salir adelante”, recuerda Isidro Bodiño, administrador y responsable agronómico, quien junto a su hermano Gerónimo y con el respaldo técnico de su padre Alberto, veterinario, lidera hoy el rumbo de la empresa.

Desde entonces, Don Modesto S.A. dejó atrás el planteo 50% agrícola y 50% de ganadería con ciclo completo, e inició un proceso de reconversión que incluyó siembra a porcentaje, agricultura por administración, adopción de tecnologías de precisión e incorporación de riego por pivote central.

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Actualmente, el 70% de su superficie está dedicada a la agricultura, con 1050 hectáreas bajo riego y 650 de secano. Esta infraestructura se destina principalmente a cultivos de alto valor: híbridos de maíz y girasol para semilla, bajo convenios con empresas que brindan servicios a semilleros. La rotación incluye cultivos de fina, soja de segunda y luego maíz y girasol, ambos para semilla. “Sin riego, la producción de híbridos no sería viable”, señala Bodiño.

Los contratos se estructuran en dos esquemas: uno es el de producción asociada, en donde el productor aporta infraestructura y labores, y el intermediario provee semillas, cosecha y asesoramiento técnico; el otro es el arrendamiento, modalidad que eligió Don Modesto, que garantiza una renta fija sin asumir riesgo productivo.

La rentabilidad bajo riego es clara: “Los cultivos duplican su rendimiento respecto al secano, aunque los costos suben entre un 40 y un 60%”, explica el ingeniero. En el caso de los híbridos, si bien su rendimiento en kilos por hectárea es menor al de un cultivo industrial, su valor comercial compensa con creces esa diferencia. Por ejemplo, un maíz de semilla puede valer lo mismo que uno comercial que rinde el triple.

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La ganadería ocupa un lugar estratégico y complementario. Sobre suelos bajos no aptos para agricultura, se mantiene un rodeo de 160 vientres con cría intensiva. Además, la empresa desarrolla una invernada corta y flexible entre marzo y agosto, utilizando forraje producido como cultivo intermedio tras el maíz para semilla. En febrero se decide la magnitud del negocio ganadero: puede ir desde invernar solo el destete propio hasta comprar terneros para completar la carga deseada. “Es una estrategia adaptable, de bajo riesgo y alta previsibilidad económica”, afirma Bodiño.

Un punto distintivo del sistema es la integración entre agricultura y ganadería. En febrero, cuando el maíz aún está en pie, se siembran verdeos de invierno al voleo, aprovechando el riego. Al momento de la cosecha, el forraje ya está implantado. Además, los residuos del cultivo de maíz híbrido —mazorcas no cosechadas de las líneas macho— sirven de alimento adicional para los animales.

Con este esquema, la empresa puede destinar un tercio del área irrigada a soja de segunda, otro a la invernada y el resto a cultivos principales. En 2025, proyectan 400 hectáreas de forraje para sostener una invernada de mil terneros, entre propios y comprados. “El margen de esta estrategia duplica al de una soja de segunda”, aseguró el productor.

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Este modelo mixto muestra cómo la innovación, el uso eficiente de la tecnología y una administración flexible permiten no solo superar adversidades, sino también construir sistemas rentables, sostenibles y resilientes en el tiempo.

Fuente: Contenidos CREA