Ganadería y la lucha contra la garrapata: laboratorios levantan la alerta
En el norte argentino, donde la ganadería enfrenta desafíos sanitarios permanentes, la garrapata continúa siendo uno de los principales enemigos de la producción. Esta problemática fue uno de los ejes centrales del reciente Congreso Veterinario Latinoamericano, realizado en Rosario, donde se destacó la importancia de una mirada integral sobre la salud animal, más allá de tratamientos puntuales.
Durante el evento, el laboratorio Brouwer, con fuerte presencia en el sector de ganadería, hizo un llamado a no relajar la estrategia sanitaria en los establecimientos ganaderos, especialmente en un contexto donde otras problemáticas también comienzan a ganar terreno. “Sanitariamente, Argentina está bien posicionada, con una ganadería muy aplicada, buenos productos y laboratorios preparados. Pero es clave mantener la mirada estratégica y no bajar la guardia”, sostuvo Juan Drago, responsable del servicio técnico de la compañía.
La garrapata como termómetro sanitario de la ganadería
En diálogo con Infocampo, Drago explicó que los desafíos sanitarios de la ganadería cambian según la región. “En la Cuenca del Salado, por ejemplo, la parasitosis interna es un tema relevante. Pero en otras zonas, como Corrientes, el norte de Santa Fe o Entre Ríos, la garrapata es el principal problema, y ahí se necesita una planificación sanitaria específica”, detalló.
Esta problemática, lejos de ser una cuestión aislada, está estrechamente ligada al funcionamiento del sistema sanitario argentino. Según Drago, muchos programas, como el de la vacunación antiaftosa, sostienen indirectamente otras estrategias sanitarias. “Si se levanta la estructura que sostiene la vacunación obligatoria contra la aftosa, se pueden ver afectados otros planes como brucelosis, carbunclo o el control de garrapata”, advirtió.
En ese sentido, el especialista remarcó que las fundaciones y entes regionales que se encargan de aplicar estas vacunas suelen sumar también otras tareas sanitarias, por lo que cualquier modificación en esas estructuras puede generar una fragilidad sistémica. “No es solo una vacuna, es un ecosistema de sanidad ganadera el que está en juego”, subrayó.
Una amenaza persistente y adaptativa
A pesar del desarrollo de nuevos productos y tecnologías por parte de los laboratorios, la garrapata ha demostrado una sorprendente capacidad de adaptación. “Fue avanzando, ganando terreno a pesar del esfuerzo. Cambiamos productos, estrategias, pero el parásito encuentra la forma de seguir. Es un problema para la ganadería, la economía y la salud de los rodeos”, lamentó Drago.
Uno de los mayores desafíos, según explicó, es lograr que el productor cumpla estrictamente con los tratamientos indicados. “Si no se respetan los protocolos, hay riesgo de fracaso, y esa es la gran debilidad. No se trata solo de aplicar un producto, sino de tener un plan sanitario completo, bien asesorado y sostenido en el tiempo”, enfatizó.
¿Cuánto cuesta cuidar la sanidad?
A diferencia de lo que se podría pensar, los costos de implementar un plan sanitario adecuado no son prohibitivos. Drago indicó que la sanidad representa entre el 7% y el 10% de los costos totales de un productor ganadero. “No es un rubro que desequilibra económicamente a un establecimiento. El problema no es económico, sino técnico: hay que asesorarse bien y usar productos aprobados”, aseguró.
El especialista insistió en que la prevención y el enfoque integral son la única manera de enfrentar amenazas como la garrapata y otras enfermedades que afectan la rentabilidad y sustentabilidad del negocio ganadero. “Es necesario seguir apostando a la sanidad como pilar del sistema productivo. Sin eso, no hay calidad ni eficiencia posible”, concluyó.
En un contexto de cambios e incertidumbres, el llamado de los laboratorios como Brouwer es claro: la salud animal debe seguir siendo una prioridad estratégica, y para ello es clave sostener las estructuras técnicas, normativas y territoriales que garantizan la prevención y el control efectivo de las enfermedades. La garrapata, como síntoma y como amenaza concreta, vuelve a recordarlo con fuerza.
