Ganadería 2025: industria porcina y un nuevo un frigorífico clave en la cadena

La cadena porcina sigue expandiéndose en la ganadería Argentina, con inversiones que refuerzan el potencial productivo y exportador del país. En este contexto, la inauguración de un nuevo frigorífico en General Las Heras, provincia de Buenos Aires, marca un nuevo hito para el sector. Con una inversión de 35 millones de dólares, la planta de Carnes Porcinas Seleccionadas (CPS) se presenta como una propuesta moderna, equipada con tecnología de punta y pensada para brindar servicios a terceros, con foco en el mercado interno y la exportación.
La nueva planta, ubicada estratégicamente sobre el kilómetro 107 de la Ruta Provincial 6, se asienta sobre un predio de 38 hectáreas y cuenta con 18.000 m² de superficie construida, 9.000 m² pavimentados y 3.600 m² destinados a corrales. Con capacidad para faenar 2.000 cerdos por día (250 por hora) en un turno de ocho horas, su operación generará 240 empleos directos, reforzando el entramado económico local.
“La puesta en marcha de esta planta representa un paso relevante para la industria porcina nacional, que busca ganar protagonismo en los mercados internacionales sin descuidar el abastecimiento interno”, destacó Daniel Fenoglio, presidente de CPS, titular de Cabaña Argentina y referente de la Federación Porcina Argentina.
Un modelo de servicios para potenciar a toda la cadena de ganadería
Uno de los puntos diferenciales del nuevo frigorífico es su concepción como planta de servicios. Es decir, está abierta a productores y empresas que necesiten completar procesos como faena, desposte, congelado, empaque, expedición y almacenaje. Esto permite integrar a distintos eslabones de la cadena porcina en una misma infraestructura, brindando soluciones logísticas, tecnológicas y sanitarias adaptadas a cada cliente.

“Estamos al servicio del sector porcino argentino. Es una planta pensada para dar soluciones a toda la cadena”, remarcó Fenoglio. El área de desposte está preparada para procesar 1.600 cerdos por día, mientras que la cámara de congelado puede almacenar hasta 1.674.000 kilos de carne, consolidando una capacidad operativa destacada en el mercado.
La ubicación también es un punto estratégico: próxima a rutas troncales como la 6, 3, 205, 40 y el Acceso Oeste, así como al aeropuerto de Ezeiza (a 56 km) y al puerto de Buenos Aires (a 85 km), facilita la logística tanto para el mercado interno como para la exportación.
Tecnología, bienestar animal y sustentabilidad
La planta fue diseñada bajo criterios internacionales de eficiencia, sustentabilidad y bienestar animal. Entre sus innovaciones destaca un sistema de noqueo automático que garantiza procesos humanitarios durante la faena. A su vez, cuenta con layout optimizado y un robot inteligente de almacenaje, que mejora los tiempos de procesamiento y conservación del producto.

Para garantizar el acceso a los mercados más exigentes —como Asia, la Unión Europea y América Latina—, el frigorífico adoptó protocolos que cumplen con normativas sanitarias y de calidad internacionales, lo que abre la puerta a oportunidades exportadoras de alto valor agregado.
En paralelo, CPS forma parte de un ecosistema empresarial con tres décadas de experiencia en el sector, integrado por el criadero Pacuca S.A., productor de cortes frescos, fiambres y embutidos bajo la marca Cabaña Argentina, y por Pacuca Bioenergía S.A., una planta de energía renovable que reutiliza los efluentes porcinos como recurso energético.
Perspectivas para una cadena en crecimiento
La apertura del frigorífico llega en un momento clave para la carne porcina en Argentina. Con un consumo per cápita en crecimiento, que ya supera los 20 kilos anuales, y un mercado externo con demanda sostenida, el sector avanza con una mirada integradora: producción eficiente, calidad, trazabilidad y sustentabilidad.

Así, la inversión de CPS no solo refuerza la infraestructura industrial de la cadena, sino que también funciona como plataforma para pequeños y medianos productores que necesiten acceder a servicios de faena y procesamiento de alto nivel.
Con este nuevo actor en el mapa productivo, Las Heras se posiciona como un polo estratégico para la carne de cerdo, consolidando empleo, exportaciones y desarrollo territorial.