Ganadería: Fleckvieh la raza que conquista el mundo y marca su legado en Argentina
La raza de ganadería Fleckvieh, también conocido como Simmental, se ha consolidado como una de las razas bovinas más versátiles y productivas del planeta. Su origen se remonta a los Alpes suizos, en el valle del río Simmen, y su evolución genética ha sido clave para convertirla en una opción de referencia tanto para la producción de carne como de leche. Hoy, su presencia es creciente en América Latina, incluida Argentina, donde se destaca por su capacidad de adaptación a diversos climas y sistemas productivos.
Fleckvieh, la raza que conquistó la ganadería en el mundo y pisa fuerte en Argentina
El punto de inflexión en el desarrollo de la raza ocurrió en 1830, cuando se importó ganado Simmental original de Suiza a Baviera y Austria. Inicialmente utilizado para producción láctea y como animal de tiro, el ganado presentaba ciertas limitaciones como maduración tardía y estructura pesada. Pero con el cierre del libro genealógico en 1920 en el sur de Alemania, comenzó una mejora sistemática: así nació la Fleckvieh como raza independiente, orientada a un tipo intermedio con excelente musculatura, buena capacidad lechera y adaptación al trabajo.
Gracias a un riguroso programa de cría y pruebas de rendimiento, la raza evolucionó hacia un biotipo moderno de doble propósito. Esto significa que no solo ofrece un alto rendimiento en carne, sino también una destacada producción de leche, lo que la convierte en una opción rentable para ganaderos en todo el mundo. De hecho, es la segunda raza bovina más numerosa a nivel global, solo superada por las razas de origen Bos Indicus.
Uno de los rasgos más valorados de la Fleckvieh es su desempeño maternal. La calidad de sus ubres, su producción sostenida de leche y la alta tasa de destete han sido optimizadas a lo largo de generaciones. En sistemas lecheros, las vacas pueden producir entre 6.000 y 8.000 litros por lactancia, con sólidos lácteos ideales para la elaboración de quesos y otros derivados. Este rendimiento se mantiene durante muchos años, ya que su longevidad permite más de diez partos por vaca.
En cuanto a producción de carne, los toros Fleckvieh alcanzan fácilmente entre 1.100 y 1.300 kg, y las vacas entre 700 y 800 kg. La ganancia diaria de peso ronda los 1.400 gramos y el rendimiento en canal puede alcanzar el 60%, con carne magra, de buen marmoleo y excelente calidad. Gracias a su maduración temprana, las crías están listas para faena a los 13 o 15 meses, lo que se traduce en mayor eficiencia para el productor.
El uso de toros de pura sangre Fleckvieh también garantiza máxima heterosis al cruzarse con otras razas. Esta ventaja genética, además de gratuita, es altamente valorada en la ganadería moderna. Sin embargo, solo se consideran de pura sangre aquellos animales registrados en libros genealógicos reconocidos por la Federación Mundial de Simmental.
En Argentina, la raza ha ganado terreno en diversas regiones. Su pelaje berrendo colorado, con cabeza blanca, le permite adaptarse bien tanto a climas cálidos como fríos. En países de Latinoamércia, el precio de un toro Fleckvieh puro varía entre los 2.000 y 5.000 dólares, dependiendo del linaje y el potencial productivo. En Europa, los ejemplares de elite pueden superar los 6.000 euros.
La experiencia de ganaderos peruanos y de otras regiones del mundo confirma que la Fleckvieh no solo aporta rentabilidad, sino también estabilidad productiva a largo plazo. Su docilidad, rusticidad y balance entre carne y leche la convierten en una de las apuestas más sólidas para enfrentar los desafíos de la ganadería del siglo XXI.
