Ganadería: la faena de junio 2025 subió en términos interanuales

Los primeros datos correspondientes a la faena de junio comienzan a delinear un escenario de contrastes para la industria frigorífica argentina. Según el registro de Documentos de Tránsito Electrónico (DTE) emitidos con destino a faena durante el mes pasado, se habrían enviado a frigoríficos 1,16 millones de cabezas, lo que representa un aumento del 9% en términos interanuales. Sin embargo, cuando se ajusta esa cifra según los días hábiles del mes, la actividad muestra una caída del 3% respecto a junio de 2024.
La explicación está en la diferencia en la cantidad de jornadas laborales efectivas entre ambos períodos. Junio del año pasado contó con un número atípicamente bajo de días hábiles, lo que distorsiona la comparación directa. Si bien el volumen total de cabezas faenadas creció, el ritmo diario de faena disminuyó, lo que puede estar anticipando un comportamiento más conservador de la industria de cara al segundo semestre.
Cambios en la composición: menos hembras en la faena
El análisis por categorías muestra que los machos fueron los que más traccionaron la suba interanual, con un incremento del 11% en los novillitos y del 15% en los novillos, por encima del promedio general. Las hembras, en cambio, crecieron a un ritmo más lento, con subas del 5% en vacas y del 6% en vaquillonas.

Como resultado, la participación de hembras en la faena cayó al 48%, casi dos puntos porcentuales menos que en junio de 2024, lo que representa un dato relevante. Esta caída en la participación femenina podría estar reflejando una mayor retención de vientres por parte de los productores, alentados por las mejoras en el precio de la invernada y la buena disponibilidad forrajera registrada en gran parte del país.
En efecto, este fenómeno ya venía observándose en los últimos meses y está en línea con el comportamiento alcista de los terneros, cuyos precios se mantienen firmes a pesar de haber atravesado el pico de oferta. La recomposición de rodeos podría estar empujando a los productores a preservar vientres, lo cual incide directamente en el menor peso de las hembras en la faena total.

Expectativas frente a los datos oficiales
Cabe señalar que los datos actuales corresponden a los DTEs emitidos para el mes de junio y aún no son definitivos. En los próximos días se espera la publicación de los registros oficiales de faena por parte del Ministerio de Economía, los cuales permitirán realizar un análisis más preciso, incorporando información sobre el peso promedio de las carcasas, destino de la faena y volumen de carne producido.
No obstante, los datos preliminares ya permiten vislumbrar ciertas tendencias en la industria cárnica: una actividad que crece en volumen total, pero se desacelera en términos diarios, una preferencia creciente por faenar machos y un cambio incipiente en la estrategia productiva de los ganaderos, con una posible retención de hembras como apuesta a mediano plazo.

Un semestre de señales mixtas
Con el cierre del primer semestre del año, el balance de la actividad frigorífica muestra señales mixtas. Por un lado, la recuperación de los precios internacionales de la carne y la mayor firmeza en el mercado doméstico brindan cierto optimismo para el negocio. Por otro lado, la volatilidad macroeconómica, las tensiones en el comercio exterior y la presión de costos continúan generando incertidumbre.
En este marco, el comportamiento de la faena será clave para anticipar cómo evolucionará el equilibrio entre oferta y demanda en los próximos meses. La decisión de retener vientres o acelerar el envío a frigoríficos dependerá, en gran medida, de las expectativas sobre el clima, los precios y las condiciones de exportación.
El dato duro que falta —y que se conocerá en breve— es la faena efectiva registrada, que permitirá validar o ajustar estas proyecciones. Mientras tanto, los DTEs marcan un ritmo más pausado que el crecimiento aparente, reflejando un mercado que se mueve con cautela.
Con información de ValorCarne