Ganadería: el clima y los precios acompañan la producción 2025

Cómo sigue la perspectiva de la ganadería en este 2025. Pese a que el contexto macroeconómico se estabiliza, el clima favorece y los precios de la hacienda resultan más atractivos que en años anteriores, la ganadería argentina no logra consolidar la tan esperada fase de retención. Los datos de faena de abril, publicados por el Rosgan (Mercado Ganadero de Rosario), vuelven a mostrar un alto nivel de sacrificio de animales, lo que preocupa de cara a la sostenibilidad del stock bovino.
Durante abril se faenaron 1.121.173 cabezas de ganado, un 4% más que en el mismo mes del año pasado. Esta suba marca un quiebre en la tendencia a la baja que se venía registrando desde inicios de 2025. Así, el primer cuatrimestre acumula 4.327.486 animales faenados, prácticamente igual que en igual período de 2024, cuando hasta marzo se registraba una reducción de más del 2%.
Este dato no es menor para la ganadería si se tiene en cuenta que en los dos años anteriores la faena alcanzó niveles récord: en 2024 se sacrificaron casi 14 millones de cabezas, lo que derivó en una pérdida de más de un millón de animales del stock nacional, y en 2023, con 14,5 millones faenadas, la caída fue de 1,5 millones de cabezas.
Condiciones ideales, pero sin cambio de rumbo
Lo que más sorprende a los analistas del Rosgan no es tanto la magnitud del aumento de la faena, sino las condiciones favorables bajo las cuales se produce. El clima acompaña: los campos cuentan con buena oferta forrajera y no se esperan eventos extremos durante el invierno. A su vez, el contexto económico se estabilizó y los valores en dólares de la hacienda mejoraron sustancialmente respecto del año pasado para la ganadería.

En números concretos, un criador que hoy vende la misma cantidad de terneros que en 2024 recibe entre 25% y 30% más en dólares. En el caso de vacas vacías, el ingreso puede ser 20% mayor. Para los invernadores, los novillitos generan un 12% más, los novillos un 17% más y las vaquillonas un 18% más que hace un año. Todo parecería indicar que el escenario es propicio para iniciar un proceso de retención. Sin embargo, ese giro no llega.
Según Rosgan, parte de la explicación radica en las decisiones internas de las empresas de ganadería. A pesar de los incentivos económicos, la faena de vaquillonas creció un 7% interanual en el primer cuatrimestre, alcanzando 1,3 millones de cabezas. Esto resulta llamativo, ya que son precisamente estas hembras jóvenes las que deberían destinarse a reposición si se buscara reconstruir el stock.

En contrapartida, la faena de vacas adultas cayó un 13%, lo que podría indicar una moderación en la descarga de vientres improductivos. No obstante, el nivel de extracción de hembras sigue siendo elevado para lo que se esperaría en un contexto de retención.
La situación se repite en el caso de los machos: la faena total se mantiene estable, pero se detecta un incremento del 10% en los novillos, especialmente en animales más jóvenes y livianos, de seis dientes. Esta dinámica no es la ideal en una fase de expansión, donde se buscaría aumentar el peso promedio de faena para ganar eficiencia productiva.

Un equilibrio delicado
Los técnicos del Rosgan recuerdan que la faena “de equilibrio” depende directamente de la tasa de procreo y destete. En 2024 se lograron 14,6 millones de terneros y terneras. Si se descuenta una mortandad natural del 1,5% del rodeo, el límite de extracción razonable se ubica en torno a 13,8 a 14 millones de cabezas anuales. Con el ritmo actual de faena, ya se está superando en 4 puntos porcentuales ese umbral.
Con las perspectivas climáticas positivas y un mercado que paga bien, la lógica indica que debería comenzar una fase de retención. Sin embargo, las cifras de faena y la composición del sacrificio por categorías muestran que aún no hay señales claras de un cambio de rumbo.
La gran pregunta que se hacen analistas, productores y operadores del mercado es: ¿por qué, con todo a favor, la ganadería argentina no logra capitalizar el momento para reconstruir su stock? La respuesta, por ahora, sigue abierta.