Adama amplía el uso del fungicida Maxentis® en trigo y cebada


En un encuentro técnico realizado en la ciudad de Victoria, Entre Ríos, la empresa ADAMA Argentina anunció oficialmente la extensión de uso de su fungicida Maxentis® para los cultivos de trigo y cebada. Hasta ahora autorizado para su uso en soja y maíz, el producto suma una nueva alternativa para el manejo sanitario de los cultivos invernales, en un contexto donde las enfermedades foliares y la aparición de resistencias representan desafíos crecientes.

La jornada reunió a productores, asesores técnicos y distribuidores de la región norte, con el objetivo de abordar las principales problemáticas sanitarias que afectan al trigo y a la cebada, y compartir estrategias de control basadas en tecnologías de última generación, como el caso del fungicida Maxentis®.

Un fungicida de doble acción

Maxentis® es un fungicida que combina dos ingredientes activos reconocidos por su eficacia: Azoxistrobina (20%), del grupo de las estrobilurinas, y Protioconazole (15%), un triazol de última generación. Esta fórmula le otorga al producto un doble modo de acción: preventivo y curativo, lo que lo convierte en una herramienta clave dentro del manejo integrado de enfermedades, especialmente en zonas donde la presión sanitaria es alta y se ha detectado presencia de tolerancias o resistencias a otros fungicidas.

Fungicida

Durante la presentación del fungicida, técnicos de ADAMA destacaron que la combinación de estos activos permite controlar un amplio espectro de enfermedades foliares que afectan al trigo y la cebada, entre ellas:

  • Roya amarilla (Puccinia striiformis)
  • Roya anaranjada (Puccinia triticina)
  • Mancha amarilla (Drechslera tritici)
  • Mancha en red (Drechslera teres)
  • Escaldadura (Rhynchosporium spp)

Además, se informó que se encuentra en trámite la extensión de registro para el uso del fungicida contra septoriosis, bipolaris y roya de la cebada (Puccinia hordei), lo que ampliará aún más su espectro de control.

Recomendaciones de uso

El fungicida se aplica a una dosis recomendada de entre 500 y 700 cc/ha, siempre con la inclusión de adyuvante. Según los especialistas, su mayor eficacia se logra cuando se aplica en estadios iniciales de la enfermedad, permitiendo así una mejor cobertura preventiva y una acción curativa más eficiente.

Fungicida, Uso

Desde la compañía subrayan que, además de su eficacia, Maxentis® presenta buena compatibilidad con otros productos y se adapta a diferentes estrategias agronómicas. Esto lo convierte en una opción flexible para los esquemas de protección de cultivos, sobre todo en aquellos sistemas donde se busca reducir el uso excesivo de productos químicos mediante decisiones basadas en monitoreo y diagnóstico oportuno.

Más allá del producto: un espacio de escucha e intercambio

Además de la presentación del fungicida, el evento en Victoria se transformó en un espacio de diálogo entre productores, asesores y el equipo de ADAMA, en línea con el lema de la compañía: “Escuchamos. Aprendemos. Solucionamos.”.

“Queremos acercarnos cada vez más al productor y a los técnicos, entender sus necesidades reales en el campo y construir soluciones a partir de ese conocimiento compartido”, señalaron representantes de la firma durante el encuentro. En ese sentido, remarcaron que la incorporación de Maxentis® al manejo de cultivos invernales forma parte de una estrategia más amplia para brindar soluciones adaptadas a las condiciones locales, con foco en la eficiencia, sustentabilidad y manejo responsable.

Fungicida, Aplicación

Maxentis®: una solución integral para el agro argentino

Con esta extensión de uso, ADAMA busca posicionar al fungicida Maxentis® como una solución integral para los cultivos más relevantes del país, respaldada por tecnología de avanzada, solidez agronómica y un enfoque sustentable de la producción.

Este nuevo fungicidase presenta como una alternativa eficaz para enfrentar los desafíos sanitarios actuales en trigo y cebada, dos cultivos clave para la rotación y la sustentabilidad del sistema agrícola argentino. En un escenario donde las enfermedades foliares pueden generar pérdidas significativas, contar con un producto con doble acción preventiva y curativa, así como un bajo riesgo de resistencias, es un paso fundamental para campañas más productivas y rentables.