Franco Mastantuono al Real Madrid: la venta récord que sacude al fútbol argentino

Franco Mastantuono, joya de 17 años surgida en River Plate, ya es oficialmente nuevo jugador del Real Madrid. La operación, que se venía gestando desde hace semanas, se cerró por una cifra histórica: 60 millones de euros brutos, de los cuales 45 millones —el valor de su cláusula de rescisión— ingresarán directamente a las arcas del club de Núñez. Se trata de la venta más cara en la historia del fútbol argentino, superando transferencias emblemáticas como las de Javier Saviola o Gonzalo Higuaín.
El joven mediocampista dejará River en agosto, después de disputar el Mundial de Clubes en Estados Unidos, torneo al que el equipo dirigido por Marcelo Gallardo accedió tras consagrarse campeón de la Copa Libertadores 2023. En ese certamen, River integra el Grupo E junto a Inter de Milán, Monterrey de México y Urawa Red Diamonds de Japón, y el partido frente a los italianos, programado para el 25 de junio, podría marcar el último encuentro oficial de Mastantuono en el club si el equipo no avanza de ronda.

El pase millonario de Franco Mastantuono con gestos diplomáticos
La dirigencia de River, encabezada por Jorge Brito, había sido clara: sólo aceptaría la salida anticipada del juvenil si el Real Madrid pagaba los 45 millones de euros de cláusula en un solo pago. El club español accedió sin objeciones, y ese gesto, sumado a la decisión de permitirle al jugador disputar el Mundial de Clubes, fue bien recibido en Núñez.
El contrato de Franco Mastantuono con el club merengue se extenderá hasta junio de 2031, y el propio futbolista ya dio el visto bueno a los términos salariales. Firmará su vínculo tras cumplir la mayoría de edad el próximo 14 de agosto, mismo día en que River jugará la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores ante Libertad en Paraguay.

Xabi Alonso, clave en la negociación
Uno de los puntos de inflexión en la operación fue el llamado personal de Xabi Alonso, flamante entrenador del Real Madrid, quien le manifestó al juvenil su interés en sumarlo al plantel desde el inicio de la próxima temporada europea. La conversación, ocurrida días antes de su debut con la Selección Mayor de Argentina ante Chile, fue determinante para que Mastantuono inclinara la balanza a favor del club español, desestimando otras propuestas tentadoras como la del Paris Saint-Germain, que había mostrado un fuerte interés en ficharlo.
El desafío de River tras la salida
La partida de un talento de este calibre representa un duro golpe deportivo para River, que soñaba con retenerlo al menos hasta diciembre para competir con sus mejores armas en la Copa Libertadores. Sin embargo, la presión del entorno del jugador y las condiciones favorables del acuerdo sellaron su salida anticipada.
Ahora, el club deberá reorganizar su planificación deportiva y reinvertir inteligentemente los fondos recibidos. Se sabe que River busca reforzar varios puestos, con nombres como Lucas Esquivel y Gabriel Suazo en carpeta para el lateral izquierdo, Lucas Cepeda como opción en el mediocampo y Maximiliano Salas en ataque. Además, surgió una versión llamativa: hubo contactos con Cristiano Ronaldo para sumarlo como figura al Mundial de Clubes, una jugada ambiciosa que busca potenciar el perfil global del club en un torneo con alcance internacional.

Una promesa que se va temprano
Mastantuono deja River con apenas una docena de partidos en Primera División, pero con un impacto suficiente como para cautivar a los gigantes de Europa. Su técnica, visión y madurez precoz en la cancha lo convirtieron rápidamente en uno de los proyectos más prometedores del fútbol argentino. En un país acostumbrado a exportar talento joven, su pase rompe récords y también marca un cambio de época: la globalización del mercado ahora impacta antes y con más fuerza que nunca.
El Real Madrid, que ya sumó a jóvenes sudamericanos como Endrick, Vinicius y Rodrygo, apuesta nuevamente a futuro. Y Mastantuono, que dejará River con un título internacional en la mochila y el sueño cumplido, emprenderá su aventura en Europa con apenas 17 años, pero con el potencial de escribir su propia historia en la Casa Blanca.