Creen que el brote de fiebre porcina en España salió de un laboratorio
El gobierno regional de Cataluña anunció que iniciará una investigación exhaustiva sobre un laboratorio ubicado en las afueras de Barcelona, luego de que el Ministerio de Agricultura de España afirmara que el reciente brote de fiebre porcina africana podría haberse originado en una fuga de laboratorio. La declaración oficial desató preocupación en el principal productor de carne de cerdo de la Unión Europea, que ahora intenta contener las repercusiones comerciales y sanitarias del caso.
El brote de fiebre porcina fue detectado tras confirmarse que 13 jabalíes dieron positivo al virus en un campo próximo a la capital catalana. Aunque la enfermedad no afecta a los humanos, es altamente letal para los cerdos y jabalíes, lo que enciende alarmas en un país donde la industria porcina es una de las más importantes de Europa. Ante el hallazgo, el gobierno español busca transmitir tranquilidad a sus socios comerciales mientras avanza en identificar el origen del contagio.
Una cepa que apunta a un origen no natural
El Ministerio de Agricultura informó que la secuenciación genómica realizada por un laboratorio madrileño reveló que la cepa detectada es muy similar a una identificada por primera vez en Georgia en 2007, actualmente utilizada de manera frecuente en investigaciones y desarrollo de vacunas. Lo llamativo es que otros brotes de fiebre porcina registrados en Europa pertenecen a grupos genéticos distintos, lo que aumenta las sospechas sobre un eventual origen no natural.
Según la cartera agrícola, “el descubrimiento de un virus similar al que circuló en Georgia no descarta la posibilidad de que su origen pueda estar en una instalación de contención biológica”. Hasta ahora, las autoridades catalanas sospechaban que el contagio se había producido luego de que un jabalí ingiriera comida contaminada, posiblemente un sándwich traído del extranjero por un camionero. Sin embargo, el nuevo análisis desplaza esa hipótesis a un segundo plano.

El centro Cresa bajo la lupa del gobierno catalán
Aunque el Ministerio de Agricultura no mencionó explícitamente ningún laboratorio, el responsable de agricultura de Cataluña, Óscar Ordeig, afirmó que el gobierno regional abrirá una investigación sobre el Centro de Investigación en Sanidad Animal (Cresa), una institución financiada por el Estado y designada en 2017 por la Organización Mundial de Sanidad Animal como referencia en estudios sobre fiebre porcina.
El centro, ubicado junto a la Universidad Autónoma de Barcelona, se encuentra dentro del área de confinamiento de seis kilómetros impuesta a raíz del brote. Ordeig adelantó que no descartan ampliar la investigación a otros laboratorios, en caso de que surjan nuevos indicios. Hasta el momento, Cresa no respondió directamente a los cuestionamientos, aunque declaró al sitio de verificación Maldita.es que no existen evidencias que lo vinculen como origen del brote de fiebre porcina.

Impacto internacional y antecedentes de la cepa
La cepa conocida como “Georgia 2007” tiene un largo historial de expansión y consecuencias devastadoras. Desde su aparición, se propagó a Armenia, Azerbaiyán, Rusia y Bielorrusia, y en 2014 alcanzó los estados orientales de la Unión Europea. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que esta variante de fiebre porcina obligó a varios países a endurecer medidas de bioseguridad y sacrificios preventivos en la producción porcina.
El virus también llegó a China en 2018, donde provocó una de las mayores crisis ganaderas de la última década, con pérdidas millonarias y una caída del 27% en la producción de carne de cerdo en 2019. Este antecedente refuerza la preocupación internacional ante la posibilidad de que esta cepa de fiebre porcina circule sin control. Para España, un país cuya economía agroalimentaria depende fuertemente del sector porcino, la confirmación de un brote asociado a una fuga de laboratorio representaría un golpe sanitario, comercial y político.

Escenario incierto mientras avanza la investigación
Por ahora, las autoridades españolas trabajan para delimitar el área afectada, controlar la población de jabalíes y reforzar las medidas de bioseguridad en granjas y transportes. Sin embargo, el foco está puesto en determinar cómo ingresó la cepa de fiebre porcina al territorio, una respuesta clave tanto para la prevención futura como para preservar la confianza de los mercados.
Mientras se aguarda el resultado de la investigación, el brote deja en evidencia la vulnerabilidad de los sistemas de contención biológica y la necesidad de fortalecer protocolos en instalaciones que manejan patógenos de alto riesgo. Con la industria porcina en alerta y los organismos internacionales siguiendo el caso de cerca, España enfrenta un escenario en el que la transparencia y la rapidez en la respuesta serán determinantes para evitar una crisis mayor.
