Debate por la fiebre aftosa: “Dejar de vacunar sería un acto de irresponsabilidad”

Durante la reciente edición de la Exposición Rural de Federal (Entre Ríos), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) volvió a posicionarse con fuerza en torno a un tema sensible y de larga data en el campo argentino: la fiebre aftosa. En un contexto de creciente debate por el costo de las vacunas, el levantamiento de barreras sanitarias y la presión de algunos sectores para dejar de vacunar, el vicepresidente de CRA, José Colombatto, fue categórico: “Dejar de vacunar sería lisa y llanamente un acto de irresponsabilidad enorme”.
El manejo sanitario de esta enfermedad ha generado controversias a lo largo del último año. Uno de los ejes ha sido el alto precio de la vacuna, lo que llevó al Gobierno a habilitar importaciones. Sin embargo, el conflicto de fondo se agudizó tras la decisión del Senasa de eliminar la barrera sanitaria del Río Colorado, lo que implicó que la Patagonia perdiera su estatus exclusivo de zona libre de fiebre aftosa sin vacunación.
Esta medida fue rechazada por sectores del sur, que exigieron que se unifique el estatus de todo el país bajo la condición de libre sin vacunación, como ya ocurre en partes de Brasil. Frente a esto, desde CRA advirtieron que abandonar la vacunación contra la fiebre aftosa sería “poner en riesgo años de trabajo y mercados estratégicos”.

Retenciones, sistema tributario y reclamos productivos
Además del tema de la fiebre aftosa, CRA aprovechó su presencia en las exposiciones rurales de Venado Tuerto y Junín para reiterar otros reclamos estructurales del agro. Colombatto y el presidente de la entidad, Carlos Castagnani, coincidieron en que el país necesita una reforma impositiva profunda y la eliminación definitiva de las retenciones.
“Pensar en el despegue de la Argentina con retenciones vigentes es una utopía”, declaró Colombatto. Por su parte, Castagnani fue más allá: “No vamos a renunciar a la eliminación total de los derechos de exportación. El sistema impositivo actual es un freno al crecimiento productivo. Hay que eliminar impuestos distorsivos como Ingresos Brutos, el Inmobiliario Rural y el Impuesto al Cheque”.
En Junín, Castagnani amplió el reclamo: “Estos gravámenes, tanto nacionales como provinciales, deben revisarse en un sistema más lógico que incentive la producción. Hoy castigan al que trabaja y produce”.

Reforma laboral y seguridad rural
Otro tema clave abordado por CRA además de la fiebre aftosa, fue la reforma laboral. “El sistema actual es una fábrica de desocupados, con una industria del juicio que alimenta el empleo informal”, sostuvo Castagnani, quien pidió construir un régimen que equilibre los derechos de trabajadores y empleadores.
En cuanto a la inseguridad rural, expresó su preocupación por los robos de ganado, ataques a silobolsas, usurpaciones y otros delitos que afectan al corazón productivo del país. “Necesitamos una política pública firme, con presencia real de las fuerzas de seguridad en las zonas rurales”, afirmó, recordando la participación activa de CRA en la Comisión Nacional de Seguridad Rural.
Infraestructura e instituciones estratégicas
En su paso por Junín, Castagnani también reclamó por el estado de la infraestructura vial y ferroviaria. “El mal estado de las rutas afecta la producción, la seguridad y la vida de los ciudadanos. No alcanza con anunciar obras: hay que concretarlas”, dijo. Pidió el avance de proyectos como la Cuenca del Salado y la recuperación de ramales como Urquiza y San Martín, además de fortalecer el Belgrano Cargas y el Expreso Pampeano.

Además del tema de la fiebre aftosa y las otras temáticas, CRA defendió el rol del INTA y del Senasa, pero reclamó reformas que fortalezcan su operatividad, así como la reapertura del mercado con Chile desde la Patagonia.
Un mensaje al país
En el cierre de su discurso, Castagnani dejó un mensaje directo a la sociedad: “El campo está dispuesto, una vez más, a ponerse al hombro los desafíos de la Argentina. Pero para lograrlo necesitamos reglas claras, previsibilidad y un Estado que acompañe”.
Y concluyó con una declaración de principios: “El interior productivo está vivo, está de pie y está listo para empujar el desarrollo que la Argentina necesita”. Claro está, si temas como la fiebre aftosa son tratados con la responsabilidad que amerita.